Ese principio impregna los fundamentos de la Orden Francmasónica desde sus albores. Es muy probable que fuera más una necesidad que una norma, pues presente estaba en la mente de todos las décadas de guerra sectaria entre cristianos; los creadores de la Masonería especulativa, buscando crear un espacio de libre expresión, oculto a una sociedad acostumbrada a los baños de sangre por aquello de si es la Santísima Trinidad o no, acabaron inventando el ecumenismo. Sin duda eran deístas, nada a objetar y menos si nos trasladamos mentalmente a aquella época.
Partidarios del laicismo más exquisito, pero amantes con delirio de la libertad en igualdad del ser humano, y observadores que somos de la realidad sea masónica o no que nos circunda, estudiamos las palabras del nuevo Papa de la Iglesia Católica, igual que lo hacemos con las de cualquier otra religión que haga referencias al ser humano o a nuestras supuestas maldades dada la condición de francmasones.
No hay duda de que el papa Francisco está removiendo muchas cosas en el seno de su Iglesia, algunas parecen venir directamente de aquella Teología de la Liberación que sí rompió esquemas en unos años de plomo y que en la mayoría de casos les faltó la ayuda fraternal de Roma. Y se cobró sus mártires, que no fueron pocos, mártires que son más de los propios pueblos paupérrimos o exterminados antes que de aquella Iglesia. De todas formas, nunca es tarde si la dicha es grande, pensamos. Su discurso social es impecable y valiente. Sin querer meternos a teólogos -dios nos libre- sus declaraciones como pastor eclesial respecto de la homosexualidad, necesarias. Y otras tantas cosas que sin duda encandilan de este papa, tanto a sus feligreses como a muchos que no lo somos.
Pero poco dura la alegría en la casa del pobre. Si hemos de decir la verdad, a algunos ya nos bajó un calambre por la columna vertebral cuando, esgrimiendo sus posibles dotes de noqueador y expresando una menor propensión a la libertad de pensamiento, respondió -ante la pregunta de un reportero sobre el ataque terrorista contra el semanario CHARLIE- "Si alguien dice una mala palabra en contra de mi mamá, puede esperar un puñetazo”. Puede que algún Masón se pregunte ¿qué tiene que ver todo esto con la Orden? Vale la pena recordar aquellas palabras del actual Gran Maestro del GODF Daniel Keller, al respecto del atentado: “No olvidemos que los miembros de Charlie Hebdo, a los que no hace mucho y en nuestro propio suelo se quiso procesar por un delito de blasfemia, son soldados caídos en el campo de honor de la libertad, sirviéndose como únicas armas de su lápiz y su libertad de pensamiento”.
Pero eso no es todo. Hay algo más que no cuadra y sí nos afecta directamente a los Masones y Masonas del mundo. Parecía que hasta la Congregación de la Doctrina de la Fe ya se había olvidado de nosotros. Hasta el anterior y actual emérito Papa cuando presidía esa Congregación llegó a afirmar por escrito, que si bien no acababa de estar claro si persistía o no la condena de excomunión ipso facto, por lo menos se estaba en gravísimo pecado, que comparado con la excomunión ya suponía un respiro, por supuesto para las personas preocupadas por ello. Tampoco nosotros hemos negado el derecho a agobiarse a los Hermanos que comparten Mandil y fe católica, incluso ha habido y hay miembros del clero católico o de cualquier otro que condena explícitamente la pertenencia a la Francmasonería. Pero, volviendo a la materia, hace unas semanas el Papa Francisco, en un encuentro con jóvenes en Turín nos sorprende con estas declaraciones: “En esta tierra a finales del siglo XIX las condiciones para el crecimiento de los jóvenes eran pésimas: la Masonería imperaba, la Iglesia no podía hacer nada, había comecuras, había satanistas… Fue uno de los peores momentos y de los peores lugares de la historia de Italia”.
Algunos nos quedamos, perplejos. A pesar de nuestra edad, seguimos teniendo esa capacidad o esa inocencia.¿Todo eso de comecuras y demoníacos, no les hace recordar aquel pasaje del gran escritor cubano Alejo Carpentier en su libro “El Siglo de las Luces”?: “¡Francmasón! Estos son hombres que rezan a Lucifer; estos son los hombres que insultan a Cristo (…) eran ralea que se infiltraba en todas partes, combatiendo la fe cristiana y la autoridad de los gobiernos legítimos, en nombre de una filantropía, de una aspiración a la felicidad y a la democracia…”. Amén. Pero algunos de los que también nos quedamos perplejos, recordamos o conocemos las décadas posteriores a la II Guerra Mundial –pasando por alto las anteriores magníficas relaciones con el fascismo mussoliniano de Pio XII-, donde un partido confesional bendecido por la jerarquía católica y con el consentimiento papal, cuando no llamando explícitamente desde los púlpitos a ser votado por sus feligreses, llevó a Italia a las más altas cotas de corrupción, depravación e incluso colaboración con la Mafia o la Camorra. Para ellos hubo absolución, parece que aún no la hay para los Masones.
"La ciencia vence a las tinieblas"
No sabemos qué cuentos de miedo sobre francmasones y misas negras en Jueves Santo le contaron de pequeño a Jorge Mario Bergoglio, si fue en el seminario, o más tarde ejerciendo su ministerio eclesial en Argentina donde tuvo algún desencuentro, pero como Francmasones empezamos a estar molestos.De lo que por ahora no se habla es que la Masonería Liberal creó en Bruselas la Universidad Libre (ULB), libre de oscurantismo por supuesto como reza su lema, muy a pesar de la voluntad de los obispos belgas… que es por ahí por dónde de verdad les duele. Es mejor hablar de satanismo, y otras majaderías parecidas que no de laicidad (léase laicismo en castellano), y del Concordato vigente que obliga a dar clases de religión confesional en escuelas,academias e institutos del estado español, por no hablar de la falta de respeto permanente a la aconfesionalidad del Estado, con la presencia de símbolos y/o jerarquías eclesiásticas, en inauguraciones, funerales de estado, o condecorado a la Virgen de los Faroles, etc., imprimiendo en celebraciones de carácter civil un carácter religioso, con la connivenciade ciertas autoridades públicas en distintos niveles de la administración, municipal, autonómica, estatal y, por supuesto… militar.
Hasta los Masones autodenominados “regulares” alzaron su voz en “El Oriente” órgano de la GLE: “…la Masonería del siglo XVIII,… se anticipó al ecumenismo y al diálogo interreligioso: todos los hombres, sin importar nuestra religión concreta, somos hermanos. Este gran eje de la Masonería regular era inaceptable para la Iglesia Católica del siglo XVIII, pero no debería serlo para la del siglo XXI”.
Y vayamos a la última. La visita del papa Francisco a varios países hispanoamericanos. El último Paraguay. Allí, la Gran Logia Simbólica del Paraguay dirige una carta al arzobispado de Asunción, en que la expresaban su interés de participar en el encuentro que el pontífice tendrá con la sociedad civil el día 11 de julio. Édgar Sánchez Gran Maestro ha explicado públicamente que la semana pasada recibieron respuesta, firmada por el párroco de la Catedral (¿?), quien excusó por “falta de espacio” en el estadio León Condou, la inclusión de algún representante de la Masonería en esa reunión. Así están o así siguen las cosas.
Aeropuerto Asunción, Paraguay
Pero no acaba aquí, queridos y queridas lectoras.La jerarquíaeclesiástica llegó a visitar en su oficina a Édgar Sánchez para solicitarle que retirara el monumento con el compás y la escuadra situado en la rotonda del aeropuerto internacional de Asunción (!¡), obra que es un reconocimiento a los hombres ilustres de Paraguay -como en tantos otros casos de próceres masones de estados de Latinoamérica incluyendo los U.S.A, ofreciéndose -rara avis- a correr con los gastos de traslado. ¡Aleluya!¿A estas alturas están justificadas estas actitudes?
¿No será que Francisco ha salido más papista que el Papa?
Redacción de El Masón Aprendiz