Título: Más que cuerpos.Autora: Susana Martín Gijón.Editorial: Anantes, 2013.Páginas: 460.
Resumen oficial.
Cuatro amigas con un tatuaje en común desaparecen sin dejar rastro. Una mujer es asesinada a golpes por su pareja. Una prostituta se suicida en extrañas circunstancias.
Hay algunos crímenes invisibles. Crímenes que apenas dejan tras de sí un titular de prensa y una investigación policial rutinaria que pronto se convierte en estadística y archivo.
Annika Kaunda, policía especialista en temas de género, descubre lagunas en la investigación de estos casos sin relación. Ante la indiferencia de sus superiores y las prisas por dar carpetazo al asunto decide seguir en secreto las pocas pistas disponibles. Si sus sospechas fueran ciertas, las apariencias podrían ocultar una trama tan terrible como cercana.
Impresión personal.
Hacía tiempo que quería comenzar a leer a esta escritora porque aunque ha nacido en Sevilla, su nexo de unión con Extremadura es tan profundo que sus novelas están ambientadas en esta región. La publicación del tercer libro de la Saga del Trébol durante este año, Vino y pólvora, me hizo plantearme seriamente comenzar la lectura del primer libro para conocer a los personajes desde el principio. Y la verdad es que no me arrepiento porque todo parece indicar que algunos capítulos de esta primera entrega son más para ponernos en antecedentes de lo que viven y han vivido algunos personajes que parte de la trama policial que se desarrolla en la misma. Sobre todo, en el caso de la protagonista principal, la policía Annika Kaunda, una mujer de color, especialista en casos de violencia de género, que trabaja en la Comisaría de Mérida. Es el personaje mejor perfilado de toda la novela. La autora nos muestra su vida en la comisaría, su relación con los compañeros y, sobre todo, con su jefe; también en su ámbito personal la vida que lleva en una ciudad pequeña como Mérida y a las personas que ella considera como familia, Violeta, Antonio y su hija pequeña Celia.
En realidad, me ha resultado curioso que con la cantidad de personajes que aparecen en la novela, casi todos los fundamentales están entrelazados de alguna forma, bien por lazos familiares, bien por lazos de amistad o convivencia mutua. A través de todo este entramado de relaciones, la autora realiza una fuerte denuncia social en materias tales como la prostitución y el tráfico de personas para su explotación sexual, el maltrato y la violencia de género, el racismo y la xenofobia, e incluso, la memoria histórica que se niega a los que vivieron la Guerra Civil. La manera de entrelazar estos temas mediante la investigación policial y periodística tiene su mérito porque son temáticas muy variadas a pesar de que, por desgracia, son totalmente reales y de actualidad.
Desde luego, que la novela esté ambientada en municipios como Mérida, Badajoz o Montijo, en mi caso, ha sido determinante porque conozco la zona perfectamente y muchas de las situaciones que la novela refleja del paisaje urbano y rural, tal y como la leyenda de las nieblas de la Mártir, aunque es un hecho que se extiende, no sólo a Mérida, sino de todas las Vegas del Guadiana, me son muy cercanas. No obstante, vivir en Extremadura es vivir en una zona muy tranquila desde un punto de vista del número de delitos o al menos, así lo percibo yo. Por eso, me ha resultado tan "chocante" estar leyendo que a tan pocos kilómetros de donde resido puedan suceder este tipo de delitos tan graves. Creo que pasaré por esos lugares y los miraré de otro modo, no me cabe duda. Por lo demás alabo que la autora haya colocado en el mapa a estas ciudades dentro de la ruta "negra" de la novela. Leer tanta novela negra o policíaca siempre ambientada en Madrid o Barcelona ya resulta cansino y cada vez me gusta más leer autores que descentralizan el delito y la investigación sobre el mismo. Es de agradecer.
Las nieblas de la Mártir (Mérida)
La novela consta de varias tramas que se desarrollan de forma aparentemente paralela con personajes que de algún modo están entrelazados sin saberlo ellos mismos. Por una lado, la muerte violenta de una mujer joven en su domicilio., Todo apunta a que es su pareja, un maltratador reconocido quien la ha asesinado. Por otro lado, la investigación paralela que Annika y Bruno, un periodista freelance, desarrollan sobre la trata y explotación de personas en algunos clubes de alterne de Extremadura. Simultáneamente a estos dos casos de investigación, el caso que acontece en la vida personal de Bruno con sus dos compañeros de piso y su trabajo independiente como redactor de la biografía de Doña Paquita, una anciana entrañable de Montijo que ha vivido varias guerras en diferentes países. Me ha encantado este último personaje por su vida de sacrificio, su coherencia y su valentía.En conclusión, creo que Más que cuerpos es una novela negra bastante bien conseguida para una escritora novel cómo era el caso de Susana cuando la escribió. Con una lenguaje ágil y extremadamente sencillo, sin florituras que adornen lo que acontece, nos coloca en una Extremadura donde el delito se produce también en su forma más cruda y, sobre todo, más callada porque los ciudadanos solemos mirar a otro lado.