Esta noticia no es nueva. Ni siquiera es una noticia. Es una anécdota sobre la oscarizada película "Titanic" que encontré hace poco navegando por la red y es justo en este momento, próximo a emitirse la gala de los Óscars de este año, cuando la he recordado y rescatado de entre mis apuntes.
Titanic es junto con Ben-Hur (1959) y El señor de los anillos: El retorno del Rey (2003), la película que posee más premios de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, 11 estatuillas, y es, tras "Avatar, dirigida también por James Cameron, la segunda película con mayor recaudación de la historia del cine. Fue galardonada con el premio a la mejor película en 1997 y cumplió con las expectativas en cuanto a records de premios y recaudación obtenida. Esta superproducción es considerada por muchos una obra maestra de impecable factura técnica, impresionante, espectacular, deslumbrante... A mí me gustó, por todo ello y porque además ... es de amor !! Un dramón romántico, emotivo y épico, de los que me hacen llorar a moco tendido en el cine y quedarme tan a gusto.
Titanic, la película, es una fiel recreación del naufragio del homónimo barco con muy buenos efectos técnicos y visuales, detalles cuidados, el hundimiento está muy bien realizado, la historia muy bien escrita y la bonita y apasionante historia de amor muy bien interpretada. En definitiva tiene fama de ser una película acertada. Pero Titanic, pese a las buenas críticas, y a las malas, que también las tiene, no es una película perfecta y tiene gazapos o fallos como casi todas. Mucho se ha hablado de la fuerza de succión del Titanic, que no es la real que correspondería a un barco de su magnitud, o de la hipotermia a la que sobrevive increíblemente Rose. Pero aquí ahora lo que quiero comentar es algo que ha sido una curiosa anécdota, no por el fallo en sí que fue no poner el cielo real que Rose pudo contemplar la noche concreta del hundimiento, sino porque una vez corregido tampoco fue el correcto.
Neil deGrasse Tyson, astrofísico, divulgador y director del Planetario Hayden de Nueva York se dio cuenta, no se si como él dice viendo la película en el cine o más bien analizándola en su casa, que el cielo que Kate Winslet observaba cuando su personaje Rose estaba a deriva cantando sobre un tablón de madera instantes antes de que la rescataran no era el cielo correcto que tenía la madrugada del 15 de abril de 1912 a las 04,20 h. No solo no se correspondía con la realidad sino que una de las partes era espejo de la otra (he trazado una línea divisoria en la foto y he modificado el color para que se vea). Así que deGrasse se puso en contacto con James Cameron para advertirselo y no obtuvo ninguna respuesta. Tiempo más tarde tuvo de nuevo ocasión de comunicarselo y así la edición 3D de Titanic, que se hizo en 2012 con ocasión de la conmemoración del centenario del hundimiento del barco, si tenía ya el cielo corregido que les envió de Grasse. Todo esto lo cuenta el propio deGrasse en el vídeo de más abajo. Pero resulta que aún así el cielo de esta nueva versión en 3D mostraba un cielo de un planisferio con los bordes deformados lo que se aprecia muy bien en Pegaso y además no está Júpiter entre Escorpio y Ofiuco.
El cielo de Titatnic en la película original de 1997
El cielo de Titanic en la película 3D de 2012
El cielo con constelaciones en la película 3D de 2012
El cielo real del día 15 de abril de 1912. Programa "Stellarium"
En fín, no es importante porque el espectador común no aprecia estas cosas pero no deja de resultar llamativo que en una superproducción tan cuidada como esta, el equipo de posproducción deje pasar estos detalles para que luego vengan simpáticos divulgadores o curiosos blogueros y se lo cuenten a todo el mundo.
(Fuente: El navegante - M. Arregui Biziola).