La capacidad del CERN para procesar cantidades monumentales de información no es solo cuestión de potencia, sino también de delicadeza. Para ello han desarrollado algoritmos capaces de detectar cambios nimios pero cuya progresión podría conducir a efectos importantes. Este conocimiento lo han aplicado InnoGex (uno de los departamentos de transferencia tecnológica del CERN) y la empresa SAFETYN con el propósito de mejorar la seguridad de la aviación general, reducir el número de accidentes y hacer un uso más efectivo de las rutas y del combustible. La tecnología concebida por SAFETYN e InnoGex procesa toda la información de los sensores y dispositivos de un avión y analiza en detalle aquellos seleccionados previamente, teniendo en cuenta el tipo de avión, la ruta, la cantidad de pasajeros, la carga, comparativas con naves similares, etc. Obviamente toda la información obtenida se comparte para crear una biblioteca accesible en cualquier momento y con respuestas para casi todo. La meta, según explican sus responsables, es desarrollar un sistema que actúe como el ángel guardián del piloto.
En total, la página de transferencia tecnológica del CERN, incluye decenas de innovaciones hechas desde el año 2000, una pequeña porción de las que vendrán en los próximos años para seguir cambiándonos la vida. Y que sea por muchos años más.