Cortes de luz, réplicas que se han producido cada diez minutos y grandes zonas afectadas. A ello, un tsunami con olas de cuatro y cinco metros que arrasó con todo lo que encontró a su paso. La catástrofe no tiene precedentes y las víctimas fatales se acercan al millar. Muchas zonas se encuentran incomunicadas y en dos regiones (El Maule y Bío Bio) se ha decretado el Estado de Emergencia.
Más Información | The New York Times, El País, Página 12
Una mirada no convencional al neoliberalismo y la globalización