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Al margen de la simpatía que pueda despertar la familia Bosé en cualquiera de nosotros, lo cierto es que la pérdida de cualquier ser humano nos empequeñece, sobre todo cuando se trata de una persona tan joven, y debería entristecernos a todos nosotros. Algunas de las reacciones publicadas en las redes sociales sobre esta lamentable pérdida son absolutamente repulsivas, como la que reproduce nuestra entrada de hoy y solo confirman la naturaleza miserable de algún congénere y la inutilidad de las redes sociales en extremos como identificar a los responsables de estos desmanes. Aunque algún ruin firme con nombre y apellidos sus barbaridades; léase el caso:

Este comentario fue escrito supuestamente por la propietaria de la cuenta, con fotografía, tras la mortal cogida del joven torero Víctor Barrio y, como ustedes ven, se dirige a su viuda. Merece pocos comentarios adicionales, salvo la suposición de que la mayoría de estos autores llevan colgando de continuo los términos “solidaridad”, “compromiso” y “kultura”.