Es suficientemente chapucera la maniobra de La Caixa como para denunciar ante quien proceda la falsedad documental, a la vez que se obligue al Duque de Palma a asumir la responsabilidad de estos desmanes. No es respetable justificar un préstamo de cinco millones de euros con unos ingresos de treintay seis mil al año en el mejor de los casos, y como quiera que no queda bien decir que el préstamo se le concede por ser el yerno del rey y disponer de orígenes más o menos oscuros de determinadas cantidades de dinero, todos quedamos satisfechos. Vergonzoso.