Revista Comunicación
La Luna crece desde la fase de oscuridad completa (Luna nueva) hasta la fase de Luna llena, y regresa a la fase nueva en un período de tiempo bien definido. En el idioma inglés este período de tiempo se denomina "month" (que proviene obviamente de la palabra "moon", o sea "Luna") o, más precisamente, "mes lunar", ya que hay otros tipos de mes que representan períodos de tiempo algo más cortos o más largos que el mes que resulta definido por las fases de la Luna. El mes lunar equivale aproximadamente a 29 1/2 días. Más exactamente es igual a 29 días 12 horas 44 minutos 2,8 segundos, o sea 29,5306 días.
La Luna nueva, que en la Antigüedad señalaba el comienzo del mes, tuvo, al igual que las demás fases de la Luna, importancia en el nacimiento de la astronomía, pues seguramente el cambio de forma regular de la Luna fue el primer objeto del cielo que despertó la curiosidad del hombre. Los requerimientos y la importancia del calendario deben de haber influido para que el hombre diera intervención al ciclo lunar en la matemática y en la religión.
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Antes que el hombre desarrollara la agricultura es muy posible que el mes no revistiera ninguna significación especial, y que sólo se lo empleara como un accesorio conveniente para medir períodos de tiempo medianamente largos. La esperanza de vida del hombre primitivo era probablemente de unos 350 meses, que es un número mucho más conveniente que el de 11.000 días.
A decir verdad, existe la teoría que las largas vidas de los patriarcas que figuran en el quinto capítulo del Libro del Génesis pueden provenir de haber confundido los años con los meses lunares. Por ejemplo, supongamos que Matusalén haya vivido 969 meses lunares. Esto sería poco más de 78 años, lo que da un número muy razonable. Pero sucede que después que la tradición los trasformó en 969 años apareció la frase “más viejo que Matusalén”.
ISAAC ASIMOV
“De los números y su historia”
fuente: http://www.librosmaravillosos.com/delosnumerosysuhistoria/capitulo11.html