¡Masacre en el Puticlub!

El PSOE agoniza, pero sus padrinos no permitirán que muera definitivamente tan útil artefacto de despilfarro y disolución social. Como con el Cid Campeador, para la próxima batalla electoral lo van a subir al caballo, aunque esté muerto. Claro que Alfredo no es Charlton Heston, aunque en los laboratorios de telegenia ya estén confeccionando el peluquín mediático, asesorados por Bono, y los médicos de la federación española estén preparando los anabolizantes informativos y tertulianos, a los efectos de transformar al feo y esmirriado Alfredo en un atractivo metrosexual político. De momento ya le han despejado, exitosamente, las calles…

Hablando de Bono (no confundir con el vocalista de U2), parece que fue absuelto de los cargos de corrupción. Es lo que tiene pertenecer a la Logia de la Sublime Parruqueta y el Triángulo Luminoso. Confieso que tengo fantasías eróticas con Dolores de Cospedal. No se, pero me atraen esos morritos subsaharianos, producto del bótox claro. El otro día soñé que era su “personal trainer” y que cuando terminábamos la sesión de entrenamientos me invitaba a conocerle La Mancha, y me susurraba que por favor le tapara los “agujeros presupuestales”… Pero en ese preciso momento aparecía Leire Pajín amenazando con aplicarme la nueva “ley integral para la igualdad de trato y la no discriminación” y entonces me desperté sobresaltado por el espanto. Lástima.

Pero lo mío es pura fantasía, en la reunión de los Bildelberg sí que le van a tapar los agujeros presupuestarios. Me imagino a la Cospedal en el centro de un lujurioso Gang Bang, en esas salas apartadas donde se intercambian secretos, y maletines, durante la famosa y críptica Conferencia… Hablando de la profesión más antigua, parece que Tarantino ya tiene lista su última gran producción. Después del rotundo éxito de “Malditos bastardos”, ahora nos presenta la aclamada: “Masacre en el Puticlub”.

Se trata de una superproducción de la Kipá Goldwyn Mayer, con un espectacular reparto de estrellas internacionales: Dominique Strauss Kahn, Silvio Berlusconi, Bill Klinton, y con la actuación estelar, descollante y probablemente la última, de Su Majestad King John Charles. Próximamente, en las mejores salas… Aunque, para quienes prefieran el cine nacional, podrán disfrutar de la última de Alex de la Sinagoga: Fahrenheit 451. El argumento es una versión adaptada a la distópica España del clásico de ciencia ficción de Ray Bradbury, en donde los Alcaldes españoles tienen la misión de quemar archivos, (libros no porque no tienen ninguno), por el bien de la sociedad.

Miles de kilómetros al este, los heroicos (y corruptos) griegos, cuna de la cultura occidental, que una vez salvara a Occidente de los ejércitos Orientales, no han podido sin embargo con los chupetines del BCE y los maletines de Goldman Sachs. Mientras tanto, en toda Europa el Plan Kalergi avanza impunemente, y no solo no se enteran los Acaempanados, sino que además proponen reformas en esa dirección… Grecia, que además es una víctima Simbólica por lo que representa, está siendo precipitada en el Caos. Y el Caos avanza en un Orden perfecto. ¿No ven en el mapamundi la lógica radial de la desestabilización geoestratégica en curso?

Qué tiempos aquellos en que los paracaidistas alemanes invadían Creta y tiraban a los ingleses al agua. Y pensar que hoy los ponen en jaque con cuatro pepinos…

Lars von Trier