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DESECHAR COSAS. UNA VEZ AL AÑO, DÍA DE LIMPIEZA GENERAL · 28/01/2019
Cuando era niño, se llevaba a cabo una gran limpieza en toda la región bajo orientación municipal, que consistía en sacar todas las esteras de tatami de las casas para secarlas en la calle. Era una buena ocasión para deshacerse de lo innecesario.
Fue alrededor de 1971 (año 46 de la era Showa) cuando esta limpieza simultánea a gran escala desapareció. A cambio de su abolición, los primeros electrodomésticos adquiridos hacía ya unos diez años y que habían quedado obsoletos, fueron clasificados como “basura voluminosa” y empezaron a recolectarse a diario.
Como resultado, se perdió la oportunidad de hacer una inspección total de los enseres al menos una vez al año. La existencia de artículos inertes olvidados –ya sea en la esquina, sobre el estante de la habitación, o en el fondo del armario– ya no se sometía a revisión, dando lugar a un fenómeno de gran acumulación. Por lo que la oportunidad de realizar una inspección general de las cosas tan solo se da a la hora de hacer una mudanza.
Entre 1985 y 1986 (años 60 y 61 de la era Showa) llevamos a cabo un estudio titulado “Eliminación y distribución de enseres”. Las casas monitorizadas informaron de cada cosa que era desechada a lo largo de un año. En un 90% de los casos, ropas tales como trajes que se dejaban de vestir, seguían permaneciendo en los hogares a pesar de que se había considerado desecharlos.
Los objetos con recuerdos, así como la falta de un sistema convincente de distribución, son algunas de las razones que nos hacen dudar a la hora de deshacernos de las cosas. Sin embargo, investigando al mismo tiempo aquellas familias que estaban de mudanza, constatamos que fueron bastante atrevidas a la hora de desechar. Sin una oportunidad para revisar resulta imposible eliminar de forma decidida.
¿Cómo sería que una vez al año cada hogar estableciese su día de limpieza general de forma independiente para revisar a fondo sus enseres? Decirlo es fácil y hacerlo difícil; tanto que, mientras pienso que es una buena idea, no puedo mejorar ni siquiera la condición en la que se encuentra mi propia casa, que en realidad está abarrotada de objetos. Si todo va bien, mi hijo muy pronto se independizará y tal vez sea una buena ocasión. Aunque, después de todo, puede que no sea así, puede que resulte imposible someter a todos los artículos domésticos a una inspección completa.
Autor: Masahiro Hikita. Traducción: Nadia Vasileva, Jin Taira