La protagonista de Iris, ópera que tiene una importante carga simbólica representada sobre todo por el Sol, es una inocente jovencita japonesa que vive al cuidado de su padre, un viejo invidente, conocido por todos como El Ciego. Osaka, un joven rico de la ciudad, queda prendado de la joven y convence a Kyoto, dueño de un burdel, para raptarla dejando al padre una bolsa de monedas y una nota que dice que Iris ha ido voluntariamente al barrio de Yoshiwara donde tiene su casa Kyoto.
Antes de que eso ocurra, Iris y su padre han salido al jardín de su casa, él se dedica a tomar el sol y rezar, ella a cuidar de sus flores, entre tanto se acerca un grupo de muchachas con cestas de ropa, son lavanderas. Escucharemos el coro: "Al rio! Al rio!" al que se incorporaránn las voces de Iris y el ciego, éste declamando el texto, aquélla cantando. Es un momento de gran belleza en lo musical pero carente de verdadero interés dramático, este es el mayor problema de Iris, no funciona dramáticamente. Seguimos con la misma versión, Ilona Tokody es Iris y el bajo Bonaldo Giaiotti es Il Cieco, dirige Giuseppe Patané:
Desde la lejanía se escuchan gongs y tamboriles, se trata de un cortejo de músicos, geishas y samurais que se acerca, entre ellos Osaka y Kyoto van disfrazados de actores callejeros, son rodeados por las muchachas mientras montan un teatro de marionetas, poco después se levanta el telón y tiene lugar la representación.
En el teatro se representa la historia de Dhia, una geisha huérfana de madre, maltratada por su padre va a ser vendida a la fuerza en el mercado de Simonosaky. Entonces hace su aparición Jor (Osaka), el Hijo del Sol, que con su canto la seduce muriendo la joven en sus brazos.
Ese canto de Jor no es otro que el aria más famosa de la ópera "Apri la tua finestra" que en la grabación de Pattané la canta Plácido Domingo (Osaka):
JOR, figlio del Sole (OSAKA)Apri la tua finestra!
Jor son io
che vengo al tuo chiamar,
povera Dhia!
Apri la tua finestra
al raggio mio!
Apri il tuo cor
a mia calda malìa!
Jor ha ascoltata, o Dhia,
la tua preghiera!
Apri l'anima tua,
fanciulla, al Sole!
Apri l'anima tua
alle mie parole!
Apri il tuo cuore a me,
fanciulla, e spera!
Tu vuoi morir?
Morire io ti farò
ma ti farò morir dal Sol baciata,
poscia al paese eterno ti trarrò...
Ove, o fanciulla,
tu sarai amata!
Cuando cae el telón las geishas que acompañan al grupo ambulante se ponen a danzar alrededor de Iris, que ha quedado ensimismada tras la representación, la ocultan a la vista del público y los samurais se apoderan de la muchacha. Los actores recogen el teatrillo y se marchan no sin antes dejar sobre un banco de la casa de el Ciego una hoja escrita y una bolsa de monedas de oro. El primer acto termina con el deseo del padre de ir a Yoshiwara a maldecir a su hija por lo que ha hecho.
Escucharemos este final de acto, cuando el Ciego (Bonaldo Giaiotti) conoce, a través de unos mercaderes que lo ayudan, lo que ha sucedido, un momento que suena muy pucciniano:
Y de propina volvemos a escuchar "Apri la tua finestra" por mi paisano, el gran Antonio Cortis, un tenor inmenso que debería ser más reconocido de lo que es, por lo menos en su tierra. Cualquier día tendremos que dedicarle una entrada en este blog como Dios manda: