Guatemala es un país que sorprende por muchas cosas, pero una de las que mas llama la atención es su interesante cultura, surgida de la mezcla de los miles de años del imperio maya y el encuentro con los españoles. Esta característica cultural se puede ver a diario en cualquier esquina, ya que la vida en las ciudades parecen una obra de teatro con una escenografía diseñada en el S. XVI o XVII pero representada por personajes que aún hoy usan modos, costumbres y hasta incluso ropajes de la época prehispánica.
Uno de los elementos que mas me llamó la atención en la mayoría de las ciudades que visité fueron el sinfín de máscaras de madera y la interesante colección de trajes típicos, que luego me explicaron sirven para llevar a cabo bailes nativos que tienen una mezcla de folklore con una gran dosis de misticismo y religiosidad.
Según me contaron los lugareños, en los inicios del imperio maya los indígenas solían utilizar máscaras con diferentes formas (generalmente que representaban a los dioses o bien animales salvajes que ellos veneraban) para llevar a cabo sacrificios humanos, oficios religiosos o bien para emprender largas temporadas de caza en la selva para provisionarse de la mayor cantidad de alimento posible que abasteciera al imperio.
Pero lo cierto es que con el correr de los años y la llegada de los españoles a América, éstos últimos vieron en las máscaras no un elemento devocional sino que pensaron que se trataba de un disfraz que los indios utilizaban para divertirse o bien pasar el tiempo de un modo ameno. Así es como en poco tiempo los hispanos utilizaron los ropajes y las máscaras para adaptarlas a la usanza europea y crean con ellos los bailes de “Moros y Cristianos” como una forma de demostrar la aceptación del indígena hacia la cultura hispana, cosa que no sucedía en la realidad.
La tradición de los bailes de moros y cristianos se mantiene hasta hoy y, desde entonces, a lo largo y a lo ancho de todo el país surgieron negocios especializados en la confección no sólo de máscaras sino de ropas dedicadas a estas danzas y que adquirieron el nombre de "morerías" en alusión a la tradición que establece la unión entre "Moros y cristianos". Quienes se dedican al diseño y la confección de estos ropajes son llamados "moreros" y es una de las profesiones mejor vistas por la sociedad maya, aún hoy en la actualidad.
Para que vean cómo se llevan a cabo estas ceremonias con ropajes increíbles y máscaras que son verdaderas obras de arte les transcribo un texto de Fray Tomás Gage , un sacerdote que se transformó en el cronista de aquellas fiestas para luego reportarlas a la corona española. Desde entonces no han cambiado su esencia.
... "Dos o tres meses antes de la fiesta se reúnen los indios del pueblo todas las noches para prepararse a las danzas acostumbradas en aquellos días, y en estas asambleas beben gran cantidad de chocolate y chicha. Hay una casa ordenada expresamente ordenada para cada manera de danza donde hay un maestro que va a enseñar a los otros a fin de que la sepan perfectamente antes que llegue el día de la fiesta del santo".
... "La danza principal que se practica entre ellos se llama Toncontin que algunos españoles que han vivido entre los indios han bailado delante del rey de España en Madrid para hacerle ver algunas de las costumbres de aquellos pueblos y, se dice que su majestad católica quedó muy satisfecho.
Ved aquí como lo bailan ordinariamente; los indios que deben bailarlo son lo menos treinta o cuarenta, según el tamaño del pueblo: todos están vestidos de blanco tanto los jubones como los calzones y ayates están bordados de seda o de plumas o adornados con algún buen galón. Algunos también alquilan jubones, galones y ayates de tafetán hechos expresamente para esto, llevan sobre la espalda grandes ramilletes de plumas de todos los colores pegadas a un cierto aparejo dorado que hacen expresamente para esto y atado a sus espaldas con cintas para que no caiga al tiempo del baile. Además llevan sobre la caneza otro ramillete de plumas pero mas pequeño que el otro , atándolo a sus sombreros o bien a una especie de caso pintado o dorado que se acomodan en la cabeza.
Tienen además en la mano un abanico de plumas y la mayor parte lo tienen también en los pies en forma de unas pequeñas alas; algunos llevan zapatos, otros no; pero están casi todos cubiertos de hermosas plumas desde los pies hasta la cabeza"
En las morerías también se pueden encontrar elementos religiosos (en los que se puede ver la influencia de la cultura hispana sobre el elemento indígena) y otros tantos como adornos, muebles, cruces católicas realizadas con las más amplias técnicas artísticas y hasta indumentarias y maroquinería que son las preferidas por los turistas que las visitan a diario.
Los muñecos de madera que representan al Dios Maximón también son otros de los artículos elegidos por los turistas como souvenirs. Si bien para éstos significan un recuerdo de su paso por las tierras mayas, para los pobladores tienen un sentido mucho más profundo, ya que forman parte del devocionario oficial y son una muestra más del sincretismo producido entre el choque del catolicismo y las creencias paganas de los antiguos mayas.