Tener una mascota en casa, un perro o un gato, cobra importancia en estas fechas de confinamiento, y más cuando hay niños en la familia. También hay que tener presente que estos animales son, muchas veces, la única compañía de personas mayores, de muchos abuelos que se encuentran entre las personas de mayor riesgo. Hace unas semanas, cuando el horror de la pandemia del COVID-19 estalló en Italia -primer país europeo en el que se extendieron los casos-, además del dolor que nos produjo la propagación del coronavirus entre los humanos, a muchos de nosotros -incluso a quienes no tienen mascotas- nos indignó el abandono de perros y gatos por miedo al contagio. Pues ni unos ni otros se contagian ni transmiten el virus.
Y no lo decimos nosotros. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dejado muy claro "que no hay evidencias científicas de que los animales padezcan el COVID-19 ni que lo puedan transmitir". Por ello, según el periódico El Confidencial, en Estados Unidos, se está trabajando con perros de terapia para ayudar a animar a los sanitarios extenuados por el coronavirus. Allí, el hospital Rose Medical Center, de Denver, ha puesto en marcha esta iniciativa llevando mascotas a los hospitales para que médicos, enfermeros y todo tipo de trabajadores puedan liberar la mente durante unos minutos. Y, al parecer, este proyecto está siendo un éxito.
Cuidadlos para que os cuiden
Sacar a los perros a la calle, para que se muevan y hagan sus necesidades -en el caso de los gatos no es necesario- es uno de los casos en los que se tolera el abandono (por pocos minutos, eso sí) del confinamiento en casa. Pero otro tema que nos ha indignado es el alquiler de mascotas como excusa para salir a la calle. Sí los pueden sacar a pasear otras personas autorizadas que no sean los propietarios, sino cuidadores, cuando los dueños del animalito no lo pueden hacer; solo en ese caso. Tenéis que cuidarlos; ellos se dan cuenta de cuándo los humanos tienen un problema o padecen estrés, si lo ayudáis os ayudarán. Pero vayamos a los valores que siempre, y sobre todo ahora, transmiten a nuestros pequeños.
Beneficios que aportan las mascotas a vuestros niños
Protectoras de animales para adoptarTanto los perros como los gatos desarrollan en los niños el sentido de la responsabilidad. Se sienten necesarios al tener que ocuparse de su cuidado, de su alimentación, de su bienestar. A cambio de ello, las mascotas rebajan el estrés; acariciarlos es muy relajante, muy positivo, y algo, que como señalamos arriba, cobra más importancia en días de 'encierro' hogareño para los siempre inquietos niños.
También estos buenos compañeros alejan el miedo, evitan la tristeza y dan muchas alegrías. Una simple pelota de goma es un instrumento para que vuestros chiquillos se la lancen y jueguen con ellos (con perros y gatos). Ambos, los pequeñines y los animales, se distraerán y harán algo de ejercicio.
Paciencia y afectividad son otros beneficios que las mascotas aportan. Les transmiten, por otro lado, la necesidad de ayudar a los demás en lo que no pueden realizar solos. Es decir, fomentan la interacción.
Momento de reflexión para adoptar
Actualmente en España hay registradas más de 13 millones de mascotas, pero por desgracia, muchas de ellas son abandonadas y se encuentran en protectoras de animales. Seguro que muchos de vuestros hijos os han insistido en su deseo de tener un perro o un gato. Si ahora disponéis de un poco más de tiempo libre -de obligado cumplimiento- podéis 'darle una vuelta' y visitar virtualmente las webs de protectoras de animales. Sí, hay que adoptarlos. Hay muchos que están 'deseando', pidiendo con maullidos y pequeños aullidos, un techo, un hogar. Valoradlo, no os arrepentiréis y os dará muchas alegrías, a todos.
Algunas aclaraciones
Habréis leído (o visto en televisión) que en Hong Kong falleció un perro de raza Pomerania por coronavirus. Las pruebas que se le practicaron demostraron que el diagnóstico era "muy débil" y que se detectaron pequeñas señales; probablemente el perro chupó alguna prenda de su dueña, que dio positivo en la enfermedad. El Pomerania tenía 17 años. Ha sido el único caso.
Por otro lado, si ya tenéis en casa a uno de los 'mejores amigos del hombre' no hace falta, en absoluto, que le pongáis una mascarilla; no es necesario y, además, desataría su estrés. Extremar la limpieza y la higiene, pero como en todos los casos, es lo indicado.