Revista Opinión

Mascotas en restaurantes

Publicado el 29 febrero 2016 por Elblogderamon @ramoncerda

Personalmente me gustan los animales en general (algunos más que otros), pero, sinceramente, hay peticiones de ciertos sectores de la sociedad que no acabo de entender, o al menos no las comparto. Recientemente el ayuntamiento de Málaga ha publicado una nueva ordenanza que ha venido a llamar (un tanto absurdamente) de bienestar y protección animal. Con esta ordenanza quiere autorizar a que los ciudadanos puedan acudir a los restaurantes y a los bares con sus mascotas. Habrá mucha gente a la que eso le parecerá bien porque lo considerarán incluso como un derecho fundamental: yo tengo una mascota y si quiero ir a un restaurante, tengo derecho a entrar con dicha mascota… Estamos con lo de siempre. El mismo derecho puede tener esa persona en concreto a ir al restaurante con su mascota, al que tiene otra persona a la que no le gustan los animales, a ir a comer a su restaurante favorito… sin tener que compartir espacio con los animales. Pero los políticos ya no saben tampoco a qué cartas jugar, y lo cierto es que no se puede tener contento a todo el mundo y acaban diciendo (o lo que es peor: haciendo) tonterías. Es más, No creo que con eso de dejar entrar a las mascotas en restaurantes se contente a mucha gente. Ni siquiera a los de las mascotas. Como unos vayan con sus perros y otros con gatos a comer al mismo restaurante, el caos puede estar asegurado. ¿No nos estamos pasando ya con tanto exigir nuestros supuestos derechos sin pensar en los de los demás? Si lo analizamos fríamente, ¿alguien me puede explicar qué sentido puede tener que se deje entrar libremente a las mascotas en un restaurante? ¿Qué pasa entonces con los controles de sanidad? ¿Qué pasa con las personas a las que no les gustan los animales y tienen tanto derecho como los demás a acudir al restaurante? ¿Y los que tienen ciertas alergias? Lo más curioso es que, cuando todavía está la ordenanza en mantillas, muchos de los llamados animalistas ya se están quejando y están diciendo que se queda corta porque no incluye a los centros comerciales. Ya no sé si nos estamos volviendo locos, o simplemente gilipollas.

Una ordenanza de Málaga permite la entrada de mascotas en restaurantes

#Mascotas en restaurantes

Mascotas en restaurantes. Otra petición absurda. ¿Cuándo entenderemos que nuestros derechos acaban donde comienzan los de los demás?

Dice una responsable de la Protectora de Animales y Plantas de Málaga: «Por primera vez, el ayuntamiento ha escuchado nuestras peticiones y las ha tenido en cuenta. Parece que las reuniones previas a la norma han sido efectivas y estamos muy contentos».

Claro que desde el ayuntamiento de Málaga parece ser que se han comportado un poco como Salomón en su famoso juicio bíblico, y lo permite, siempre y cuando el responsable del establecimiento lo permita (le ha pasado la patata caliente al empresario). Es decir, que si un restaurante prefiere seguir como siempre y no dejar entrar a las mascotas, podrá seguir haciéndolo. Pero recordemos que puede ser el inicio de algo indeseable. Ya ocurrió con la ley antitabaco. Primero dejaron que el empresario decidiera si incorporar o no una zona para fumadores, pero luego otra reforma acabó con ello y nadie puede fumar, aunque el propietario quiera que así sea. ¿Ocurrirá eso después de este primer paso? ¿Los que no quieran compartir espacio con los animales mientras comen acabaran siendo los apestados y quienes tendrán que quedarse en casa porque los empresarios estarán obligados a dejar entrar a las mascotas? ¿Y cuál será el límite? ¿Podrá ir alguien con su pitón a tomar el café en el bar? ¿Habrá menús especiales para las mascotas?

La normativa también afecta al transporte público y defiende que gatos y perros puedan viajar en este tipo de transportes «ya que no todo el mundo tiene vehículo propio».

Me temo que estamos entrando en otra de esas espirales absurdas. Y todo, cuando aún no se ha conseguido algo muy básico:  que los propietarios de esas mascotas recojan las cacas del suelo. Delante de mi oficina pasa a diario; los vecinos sacan a sus perros (dicen que a pasear, pero en realidad los sacan a cagar) y se dejan todas las caquitas y sus correspondientes meados encima de la acera, cuando no en el mismo portal. Si algo tan básico aún no está controlado, ¿cómo nos ponemos a discutir si podemos llevar al perro al restaurante o no?

Ramón Cerdá

Mascotas en restaurantes was last modified: febrero 28th, 2016 by Ramón Cerdá

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