Mascotas por Navidad

Pasadas estas fiestas de navidad, y con ellas la vorágine de consumo, despilfarro e irresponsabilidad creo que es hora de pararse y reflexionar, sobre todo acerca de uno de los actos más reprochables de estas fechas: el regalo de mascotas.

No entraré a considerar el amplio abanico de cuidados que pueden necesitar los diferentes animales, ya que ni tengo conocimientos ni viene al caso, pero no es difícil darse cuenta de que cualquier ser vivo que adoptemos o compremos necesita unas atenciones que requieren voluntar, sacrificio y tiempo.

Esta no es una decisión fácil de tomar y sobre todo un animal nunca debe ser regalado, como algo pasajero y simplemente divertido. La compra de una mascota exige una previa investigación de criaderos o posibles sitios donde adoptar (las tiendas comunes son auténticas mafias que generan un terrible sufrimiento a sus animales, nunca debemos recurrir a ellas), aprender sobre el animal o raza y sobre todo mentalizarse de los cuidados que pueda necesitar ese ser vivo durante sus X años de vida.

Eduquemos a los pequeños en la responsabilidad y la coherencia en cuestiones animales y los convertiremos así en mejores personas, aprendiendo por el camino que las cosas importantes y que realmente nos hacen felices no son inmediatas y requieren un trabajo y una dedicación que conducen a la plenitud, porque como reza este viejo cartel gubernamental, “Él nunca lo haría”.