Periodistas del periódico noruego Aftenposten pertrechados con uno de los teléfonos móviles que usan el cifrado como medida de seguridad han estado cartografiando el centro de Oslo, asesorados por dos compañías de seguridad, durante dos meses en busca de actividad inusual en las comunicaciones.
En base a estas investigaciones concluyen que hay varias estaciones base falsas en el centro con las que se podría vigilar, escuchar y grabar las conversaciones de todos los teléfonos móviles que entren dentro de su radio de acción. Estas falsas estaciones base también pueden instalar programas informáticos de espionaje que permiten entre otras cosas encender el micrófono del aparato cuando éste no es utilizado por el usuario. De esta forma se escucha lo que sucede a su alrededor.
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Lo más llamativo del caso es que las estaciones base falsas se hallan todos en las cercanías de centros neurálgicos institucionales noruegos como la oficina de la Presidenta del Gobierno, Ministerio de Defensa, el Parlamento y el Banco Nacional. La policía noruega PST asegura que cuando utiliza esta tecnología lo hace por algún motivo y con consentimiento judicial y en este caso los periodistas aseguran estar en contacto tanto con la policía y los militares de forma que cuando han estado haciendo sus investigaciones pudieran apagar sus instalaciones por lo que están seguros de que son agentes extranjeros o criminales los que operan dichas estaciones base.
Estas estaciones base según las empresas de seguridad son sofisticadas, tendrían un valor de entre 55 000-200 000 €, y se pueden esconder dentro de una maleta. La policía piensa que pueden hacer muy poco para localizarlas y prefieren apostar por la prevención.
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Después de ser publicada la noticia la NSM (Seguridad Nacional) está ya investigando el caso.
Fuente: aftenposten.no
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