Maskné ¿Cómo prevenir y tratar el acné por mascarilla?

¡Hola a todas! Aquí estamos, con una taza de café con leche calentita en mano para combatir la bajada de temperaturas y la llegada del invierno. Hoy vengo a hablaros del famoso maskné o lo que básicamente se conoce como el acné producido por el uso de la mascarilla. 
La verdad que es un tema que está a la orden del día y me ha venido de perlas para aprovechar y hablaros de algo que tenía pendiente hacer. Además de explicaros un poco sobre el tema en cuestión, os hablaré de los productos que he ido probando y utilizando para tratar granitos y marcas (y que, obviamente, me han funcionado). 
Antes de nada, os recuerdo que siempre os voy a hablar desde mi experiencia: según vimos en este post, mi piel es tipo OSPW. Esto quiere decir que tengo una piel mixta y deshidratada, sensible (no por tener irritaciones o alteraciones por algún producto, sino por el acné), propensa a hacer manchas y/o pecas por la exposición solar y líneas de expresión (la piel tiene memoria ¡recordadlo!). 
Recordad, es muy importante que os haga el seguimiento un especialista, no intentéis tratar el acné por vuestra cuenta sin consultar previamente a un profesional. En cuanto al origen de mi acné, siempre ha sido hormonal y lo controlo con el uso de anticonceptivas. Aún así, como muchas otras personas a lo largo de estos últimos meses, parece que algo se ha vuelto a descontrolar en nuestra piel. 

¿Qué es el maskné?

Durante los últimos meses, nuestra piel se ha visto afectada por un nuevo hábito que hemos incorporado a nuestro día a día: el uso de la mascarilla. Debido a su uso continuo, el desarrollo de granitos, puntos negros y comedones se da aún con más frecuencia. Lamentablemente, aún no podemos prescindir de ella, con lo que debemos prestar aún más atención a nuestra piel para ayudar a prevenir este tipo de acné y tratarlo. El roce y la fricción de la mascarilla con la piel es la principal causa de este tipo de acné. Por eso recibe el nombre de maskné y seguro que muchas de las que me leéis ya lo estáis sufriendo o habéis oído hablar de él. Además, el calor y la humedad que se genera dentro de ella aumenta la proliferación de bacterias. Y, por si fuera poco, a eso le sumamos los posibles momentos de estrés o ansiedad ocasionados por la situación que estamos viviendo.

¿Cómo combatirlo?

Antes de hablar de mis recomendaciones en cuanto a productos cosméticos que puedan ayudarnos a tratar este acné, aquí os dejo unos hábitos clave que también influirán en la mejora del maskné:

• Cambia tu mascarilla con frecuencia: la mascarilla está en constante contacto con la piel. Si utilizas varias veces la misma mascarilla, la suciedad se va acumulando tanto por el exterior como en su interior. Por eso, debes cambiarla o lavarla con asiduidad para mantener una buena higiene. En cuanto a las mascarillas de tela, las de algodón son las que transpiran mejor. 
• Cambia la funda de la almohada y las toallas de rostro a menudo: sobre todo, si sufres acné habitualmente. 
• No te toques la cara: y si lo haces o no puedes evitarlo, procura que tus manos estén limpias.
• Para el maquillaje tienes dos opciones: intenta no aplicar producto en la zona de la mascarilla y, si lo haces, utiliza productos que no contengan aceites o ingredientes oclusivos en su composición, utiliza poca cantidad y ¡desmaquíllate siempre!.
• Sé constante con tu rutina facial. 

Re-ajusta tu rutina de cuidado facial

Además de ser constante con tu rutina, no olvides ajustarla según las necesidades que tenga tu piel en estos momentos. Vamos a ver algunos pasos de la rutina que deberemos tener en cuenta si sufrimos maskné.
Toda rutina empieza con un paso primordial: la limpieza facial. Utiliza un limpiador facial tanto por el día como por la noche. Además, si es suave mejor. Depende del tipo de piel, puedes usar el mismo o centrarte en uno más purificante para la noche, te ayudará a retirar toda la suciedad acumulada en la piel; y uno más calmante e hidratante por el día, para que se mantenga una piel hidratada y confortable. Sobre todo, si te maquillas durante el día, la doble limpieza es fundamental (hablamos de ello en este post): utiliza primero un bálsamo o aceite desmaquillante que ayude a retirar toda la suciedad y después pasa a utilizar tu limpiador habitual. Evita el uso de agua micelar, algodones o toallitas, ya que friccionas la piel y puede sensibilizarse más provocando irritaciones o aumentando la sequedad. Aquí tienes algunas recomendaciones:
BÁLSAMOS Y ACEITES DESMAQUILLANTES
LIMPIADORES CREMOSOS Y SUAVES (sin espuma)
LIMPIADORES PURIFICANTES (pieles mixtas, grasas o con imperfecciones)
OTROS LIMPIADORES
Después de utilizar un limpiador, debemos equilibrar el estado de nuestra piel, ya sea con un tónico específico, alguna bruma o agua termal calmante. Ayudan a que la piel quede más calmada, disminuir rojeces o, incluso, aportar hidratación, ya sea por tu tipo de piel o por si usaste un gel demasiado purificante que te deja sensación de tirantez.
BRUMAS Y TÓNICOS (para usar en cualquier momento del día)OTROS TÓNICOS
Recuerda NO exfoliar la piel con exfoliantes físicos. Evítalos y sustitúyelos por exfoliantes químicos, por ejemplo, en el paso del tónico (para todo tipo de pieles), tenemos:
Utiliza serums específicos según tus necesidades. Si tu piel es seca o está deshidratada y necesitas añadir algo de hidratación extra antes de la hidratante, aprovecha los serums ligeros y de fácil absorción para el día. Puedes dejar para la rutina de noche aquellos que aportan algún ingrediente más denso (como los concentrados con aceites) o algún extra para el control del sebo o el tratamiento de imperfecciones, que suelen ser también sensibles a la exposición solar. 
SERUMS LIGEROS PARA HIDRATAR O RELLENAR
SERUMS LIGEROS PARA CONTROLAR SEBO E IMPERFECCIONES
Cremas faciales más ligeras por el día: deja para la noche los productos más untuosos y densos (así como los aceites faciales o mascarillas de noche, incluso). Resérvate para el día cremas que te ayuden a mantener la hidratación de la piel y que sean de fácil y rápida absorción, poco pesadas y aplícalas siempre 30 minutos antes de usar la mascarilla. 
CREMAS LIGERAS PARA EL DÍA
CREMAS Y ACEITES PARA LA NOCHE
Y lo más importante y, seguramente, lo que estabais esperando. No olvidemos tratar aquellos granitos que ya tenemos producidos por el maskné o, incluso, para otras ocasiones de “normalidad” en las que soláis tenerlos. Ante todo, siempre debéis consultar al dermatólogo vuestro tipo de acné, es importante por si necesitáis tratamientos más específicos según su origen (más allá del maskné). Estos productos son para usar de forma puntual y solo en la zona del granito, no son para todo el rostro. Su función, resumidamente, es ayudar a secar y a curar más rápido el granito, así como, ayudar a que nos queden menos marcas. Os los recomiendo porque los he utilizado en alguna ocasión y me han funcionado (al igual que el resto de productos que os he recomendado). Úsalos de día o noche, según sus indicaciones.
PRODUCTOS PARA TRATAR LOS GRANITOS
Sobre todo, que no falte el protector solar. Sea invierno o sea verano, siempre debe ser obligatorio el uso del protector solar y, a poder ser, de 50 mejor. Aunque pensemos que la mascarilla nos cubre esa zona, no evita que los rayos UVA pasen a través de ella. Además, utilizando productos para tratar granitos es indispensable que la piel esté protegida. Los protectores solares más recomendados para el uso de mascarilla, siguiendo la teoría de llevar productos ligeros y poco pesados, son los que tienen ese acabado seco y que no dejan sensación pegajosa o untuosa en la piel. El hecho de escoger los que lleven color o no, dependerá de vuestras necesidades y gustos. Aquí mis favoritos hasta la fecha:
Hasta aquí el súper post de hoy. Ha quedado bastante extenso, lo sé, pero quería que os fuera lo más útil posible a todas aquellas que me leéis y teniendo en cuenta todos los tipos de pieles y gustos posibles. Espero que os haya gustado, nos leemos pronto.💜