Hasta que no vives en un lugar con vistas, no te das cuenta de lo gratificante que es esa sensación de poder observar el mundo desde lo alto cada día.
Cuando has vivido muchos años en un primer piso sin vistas, oscuro y algo interior y de repente puedes asomarte a la ventana o al balcón y disfrutar de los tejados de la ciudad, el aire, el frescor, el sol y el paisaje, parece de repente un lujo impagable.
Los que vivimos en áticos lo sabemos bien, que no cambiamos esa sensación por nada, pero lo mismo deben sentir pisos altos de un edificio sin necesidad de ser el último.
En este apartamento de 64 m², las vistas y esa terraza que permite ver gran parte de Estocolmo es sin duda uno de sus puntos fuertes.
En el dormitorio principal o master bedroom la decoración es sencilla y minimal y todo gira entorno a ese gran ventanal que funciona como si se tratara de una gigantesca pantalla de cine, un lujo despertarse todos los días con esas vistas e imaginamos que acostarse también, porque si por la mañana las vistas son fantásticas, por la noche, con las luces, los skyline s de las ciudades suelen ser espectaculares.
Vía: Edward partners