Revista Cultura y Ocio

"Matar a un ruiseñor", la novela de Harper Lee

Publicado el 04 abril 2016 por Juancarlos53
Acabo de finalizar la lectura de la única novela que publicó en vida Harper Lee, autora norteamericana recientemente fallecida. Enhomenaje a su figura, en"El Club de los 1001 lectores"elegimos esta novela como lectura de marzo para ser comentada durante este mes de abril.Así ha sido y en la página del Club de Lectura 1001 lectores [pinchar aquí] se pueden leer reseñas interesantísimas y oportunos comentarios sobre esta escritora y su única novela.
Mis sensaciones tras leer "Matar a un ruiseñor" son buenas, aunque en ciertos momentos me ha dado la impresión de que este relato de 1960, premiado con el Pullitzer el año siguiente, ha perdido algo de vigor en el transcurso de estos más de 55 años. La historia narrada ha quedado, además,  grabada en nuestras retinas por la adaptación que en 1962 realizó Robert Mulligan y que a mí -e imagino que a muchos otros-  ha servido para a lo largo de la lectura poner rostro sobre todo a Atticus Finch (Gregory Peck), a Tom Robinson (Brock Peters) y, en menor medida, a los hermanos Finch: la inocente Jean Louise {'Scout'} (Mary Badham) y Jem (Phillip Alford).
La historiaadaptaciones cinematográficas, Robert Mulligan, Harper Lee, Gregory PeckEn 1934, en el condado de  Maycomb (Alabama) unos niños, -los hermanos Jem de 12 años y Scout de 8, junto a su amigo Dill Harris (John Megna) que pasa los veranos en la localidad-, juegan y fantasean imaginando historias sobre las casas y personas de la vecindad al tiempo que asisten a la peripecia personal y profesional que vive su padre viudo, Atticus Finch, a quien adoran y con quien con ayuda de la criada de color Calpurnia (Estelle Evans) y algo menos de la tía Alexandra, son educados y aprenden el mundo de adultos que les rodea.
El asunto central de la novela es la denuncia que los Ewell hacen del negro Tom Robinsón al que acusan de la violación de la hija de esta familia, Yemella. El juez Taylor encomienda de oficio la defensa del acusado a Atticus Finch que por ello se verá enfrentado a toda la Comunidad blanca, empezando por su propia hermana Alexandra, que le echa en cara su entusiásta profesionalidad en la defensa de un hombre de color.Scout y Jem viven estos sucesos de adultos desde su mente de niños. Sus imaginaciones infantiles se cruzarán con la brutal realidad de los mayores y al mezclarse tomarán conciencia de que están dejando atrás la ingenuidad e inocencia en que vivían.
Los asuntosAnte todo está el de la formación de los niños. Estamos ante una novela de aprendizaje, un bildungsroman clásico, una novela de iniciación relatada por Scout, la niña de 8 años, hija de Atticus y hermana de Jem, a quien por faltarle la madre piensan las señoras de la localidad que está creciendo salvajemente.
El asunto propio de los adultos es el delracismo que destila la Comunidad blanca hacia los negros a quienes vemos vivir en un prácticamente sistema de apartheid: barrios de chabolas alejados del centro de la ciudad, trabajos de sirvientes o criados, abusos y engaños.
La justicia y su difícil aplicación en una violenta sociedad sudista que si no ha asimilado todavía la derrota en la ya lejana guerra civil, como lo demuestra el que muchos de los habitantes porten antropónimos en homenaje a los que tenían los principales generales del derrotado ejército confederado, menos aún ha aceptado las sucesivas normas de emancipación de la población negra y antisegregacionistas dictadas por el gobierno de la nación desde, al menos, Abraham Lincoln.
La hipocresía de la caridad cristiana que se percibe en esas señoras que se lamentan de la vida salvaje en que vive la tribu de los Meruna y sin embargo ven lógico que  un blanco se aproveche de los negros y no consientan que uno de éstos ponga en entredicho lo afirmado por cualquiera de los de su color.
El mundo de los niños. Es de hecho el esencial y el estar visto desde la perspectiva de la niña Scout es uno de los valores de la novela. Los tres niños (Scout, Jem y Dill) son inocentes incluso cuando idean fechorías propias de su edad. La relación entre los dos hermanos, el choque entre niños y niñas, el mundo de la escuela: la maestra y el aprecio mayor o menor por ella, la atracción por lo desconocido y las fantasías construídas en torno a la misteriosa casa de los Radley, los infantiles engaños a los padres que dejan hacer vigilando desde lejos las acciones de los chiquillos, los inocentes 'enamoramientos', las épocas de retraimiento típicas de la edad adolescente en la que Jem va entrando y que desquician y desorientan a su hermana Scout, las peleas entre muchachos, los insultos que se lanzan por asuntos propios de los mayores como cuando a Jem y a Scout les dicen que su padre es un "amanegros" y ellos se enzarzan en una pelea por ello, etc., etc.

Final

La novela me ha recordado muchísimo a "El arpa de hierba" de Truman CapoteAhora bien la de Capote no resiste la comparación con la de su vecina Harper Lee. Los dos novelistas eran amigos y se dice que Capote sintió mucha envidia del éxito que tuvo Harper Lee con esta su única novela.
En ambos relatos asistimos al desarrollo de unos niños que se encaminan hacia la edad adulta y van entendiendo -y sufriendo- en qué consiste ésta. Lo que más me ha llamado la atención, y eso que aquí no se le da mucho protagonismo, es la caseta en el cinamomo; recuerdo que en la novela de Capote la vida en el cinamomo era esencial para los chiquillos. En la novela de Lee el cinamomo alberga regalos misteriosos que alguien deja allí en señal de amistad hacia los pequeños.

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