Hace más de 2.000 años, Nemrod, nieto de Moisés, plantó un palo en el suelo e inventó el reloj. Fue el primero en dividir el día y la noche en doce horas, respectivamente. Está mal decirlo siendo de la familia, pero...¡Mi nieto es tonto! Por su culpa llevo a mi peor enemigo atado en la muñeca. Ojalá le hubiesen dado una colleja a tiempo ¿Quién le mandaba inventarlo? Estos críos de hoy siempre saliéndose con la suya...¡Y lo que es más grave! ¿Por qué hizo los días de 24 horas? ¡No da tiempo a nada! Terminas de trabajar y ya tienes que echarte a dormir. Al menos, ya puestos, podría haber hecho las noches más largas para pegarnos mejores juergas. En fin, el chaval tenía pocas luces...¡Ahora me paso el día contando minutos! Siempre apurado, siempre preocupado por si llego pronto, tarde, o no llego. Tiene narices que algo ideado para controlar el tiempo acabe controlándonos a nosotros. Lo lanzaría por la ventana, lo aplastaría con un martillo, lo acuchillaría sin piedad. Lástima que sea él quien nos mata, y no al revés.
Hora de levantar, hora de trabajar, hora de coger el autobús, hora de acostar. Mi reloj es jefe y amigo; me organiza, me avisa y me mete prisa. Me da tiempo y me lo quita...Si lo miro me cabreo; si no, me pierdo ¡Lo ojeo tanto que creerá tenerme enamorado! Ni contigo ni sin ti, reloj. Cuanto más te necesito más te odio, extraña relación. Empiezo a pensar que sólo eras bonito tras el cristal de aquella tienda ¿Por qué tuve que comprarte? Pesas en la muñeca y aún más en la mente, me obligas a correr más que tus agujas. Muero de ganas por tener vacaciones, para encarcelarte en un cajón y dejar que el sol borre de mi brazo tu huella blancucha.
No sé vosotros, pero cada día que pasa valoro más los minutos. Cinco para leer las noticias, 15 para comer, 4 de descanso para un café, 22 para ver una serie, 10 para regresar a casa y 6 para esa cerveza fría. No es lo mismo un minuto más en la cama que uno menos, adoro robarle tiempo al reloj bajo las sábanas. Ese minuto interminable para salir del trabajo, o ese minuto di-minuto antes de entregar un examen. Un simple minuto para impresionarte o meter la pata, un minuto de gloria o de bajón. Minutos que se olvidan...minutos que recuerdas. Gracias por gastar algunos leyendo este blog.