El BCE ha optado por una decisión contundente, la mayor alza de tipos en sus poco más de 20 años de trayectoria, y el precio del dinero subirá en la zona euro en 75 puntos básicos para intentar enfriar la inflación antes de que sea demasiado tarde.
Según ellos, antes de que el deterioro económico que ya causa el alza de los precios derive en una recesión y las alzas de tipos terminen por llevarse por delante la economía de la zona euro. La prioridad del BCE es, en todo caso, el control de la inflación, según la presidenta Christine Lagarde.
Todo esto se hace en respuesta a la escalada imparable de los precios en la zona euro y al grave debilitamiento del euro, instalado al filo de la paridad con el dólar, justo en pleno shock energético en Europa. Y esto nos va a llevar al caos económico en España.
Muchos economistas se preguntan si esta “gran idea” de matar las moscas a cañonazos (acabar con la inflación aplicando una subida de tipos radical) no será la causa directa de una irremediable recesión en Europa.
Es obvio que Lagarde no paga una hipoteca con un 70% de su sueldo, y la subida de tipos no le va a afectar como al resto de ciudadanos.
No hay que olvidar que el economista Bernardos declaraba: "tenemos recesión en Estados Unidos, en China es el periodo que menos se crece en los últimos 30 años y en Europa la recesión está a la vuelta de la esquina".
El gran problema que tiene Europa en estos momentos es el precio de la electricidad y el precio del gas. Porque la mayoría de las materias primas, salvo el gas, están bajando significativamente su precio.
Según Gonzalo Bernardos, la inflación puede experimentar un descenso significativo "si el sistema de fijación de precios de la electricidad se cambia por completo, se paga menos a las eléctricas y se topa el gas en toda Europa".
Como dijo Eisenhower: “La Agricultura se ve fácil cuando el arado es un lápiz y se está a mil millas del campo de maíz”.
Mark de Zabaleta