La Certosa de Pavia es un monasterio espectacular de obligada visita. La fachada de su iglesia, los claustros de terracota o el coro de intarsia prospectiva son motivos suficientes para disfrutarla. La matemática no es muy destacable pero haberlas haylas y algo ocultas.
En el llamado studiolo encontraremos un fresco renacentista con dos sabios admirando la gran obra del universo a los pies de una esfera armilar dorada. El studiolo es más propio de recintos palaciegos pues los monjes suelen disponer de scriptorium. La Certosa de Pavia se construye cuando la imprenta está desplazando a los manuscritos.
Uno de los grandes claustros de terracota tuvo tres grandes relojes solares que conservan el gnomon de puntero. Quizá piensan restaurarlos pues la superficie del fresco está preparada.
La galería de pintura no es muy valiosa y nos fijamos en un óleo con la construcción de la obra donde aparecen los instrumentos geométricos y una rueda-grúa.