Schwäbisch Hall es una de las ciudades con encanto y bien conservadas del estado de Baden-Wurtemberg. Históricamente fue ciudad libre imperial como ponen de manifiesto las grandes águilas bicéfalas que adornan sus monumentos. El aprovechamiento de la sal da nombre a la ciudad y la acuñación de moneda completa el apelativo.
Nos fijamos en una plaza del mercado singular por estar dominada por una inmensa escalera donde se celebra un conocido festival de teatro. En la cúspide se encuentra la Iglesia de San Miguel con su reloj astronómico y sus dos relojes solares. Todos de bonita decoración policroma.
Uno de los solares tiene una distribución singular de las hipérbolas de las estaciones: cuatro arriba y cuatro debajo de la recta de los equinoccios en lugar de tres: ¡no usa el zodiaco!
Otra curiosidad de la ciudad son los trabajos del tallista de objetos de lujo Leonhard Kern (1588-1662). El Hällisch-Fränkische Museum de la ciudad conserva algunos muestras de su obra. Nos interesa la jarra de cerveza de las artes liberales en marfil, un objeto muy apreciado en las kunstkammer de los príncipes y que se siguió fabricando durante siglos. Mostramos una copia del siglo XIX con la alegoría de la Aritmética en primer plano.