Hoy empezamos una serie de artículos donde hablaremos de nuevos materiales de construcción inteligentes, aplicables sobre todo al mundo del interiorismo. Un material inteligente es aquel que posee una o más propiedades que pueden ser modificadas significativamente de manera controlada por un estímulo externo: cristales que cambian solos su nivel de opacidad, tejidos que reaccionan a los cambios de temperatura o baldosas con iluminación incorporada.
Iniciamos la serie con las baldosas interactivas, elemento que actualmente se está redefiniendo gracias a los avances tecnológicos continuos. Son materiales que interactúan con todo aquello que los rodea y que rompen los límites tradicionales entre forma y funcionalidad. Vamos a ver 3 ejemplos de baldosas inteligentes:
Baldosas de cristal fotoluminiscentes
¿No os molesta cuando en medio de la noche vais al baño y tenéis que encender todas las luces que encontráis por el camino? Personalmente, tengo que reconocer que suelo utilizar la luz propia del móvil para moverme en este tipo de situaciones. Pues existe un nuevo material inteligente que os ayudará en vuestras particulares cruzadas, además de ofrecer unos resultados decorativos espectaculares.
Se trata de las baldosas que brillan en la oscuridad gracias a la aplicación previa de una serie de pigmentos fotoluminiscentes, los mismos que se utilizan para ver la hora en las esferas de los relojes. Actualmente solo son un prototipo, pero seguro que empezaremos a verlas en interiores y exteriores de aquí unos años.
Baldosas LED
Las baldosas con luces LED incorporadas abren las puertas a una serie de posibilidades decorativas y funcionales apasionantes: perfilado de zócalos de baños y cocinas, puntos de luz estratégicamente colocados o iluminación funcional integrada en pasillos.
Actualmente existen varios tipos de baldosas LED en el mercado, desde módulos de un solo color insertados en baldosas de cerámica hasta nodos controlables que pueden cambiar de color o proyectar imágenes. Los LED emiten muy poco calor y tienen una vida muy larga, consumiendo mucho menos que una bombilla incandescente.
Baldosas de gel
Las llamadas “baldosas de gelatina” están fabricadas con gel de poliuretano, material que permite que sean recolocables con poco esfuerzo y sin requerir mano de obra especializada. Son blandas, flexibles y presentan varios grados de transparencia con posibilidades decorativas infinitas.
La parte posterior de las baldosas es autoadhesiva, lo que significa que se pueden colocar en reiteradas ocasiones según el gusto de los usuarios. Son resistentes al agua y se pueden aplicar sobre cualquier superficie lisa y limpia, como metal, cristal o cerámica esmaltada. Las podemos integrar en suelos, paredes y techos, siempre y cuando tengamos en cuenta que requieren una instalación especial.
Fuentes:
http://www.steuler-fliesen.com/
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