Hoy comenzamos con un nuevo especial dentro de la sección de Materiales DIY: Las Cajas sensoriales. A través de esta serie de entradas os iré presentando mes a mes diversas propuestas para crear Cajas sensoriales de diferentes temáticas y materiales. Pero antes de conocer la de este mes, me gustaría explicar un poco más sobre ellas, para quien no las conozca aún.
¿Qué son las Cajas sensoriales?
Las Cajas sensoriales son una experiencia sensitiva que se presenta en forma de caja o contenedor repleto de materiales manipulativos adaptados a las habilidades y necesidades de cada etapa. Estos contenedores se rellenan con una gran diversidad de materiales que invitan a los niños y niñas a explorarlos con sus manos a través de los cinco sentidos. Pero a la vez permiten trabajar otras capacidades y habilidades en función de los elementos que introduzcamos en la sesión.Son un recurso magnifico y muy versátil, que favorece el acercamiento al entorno de forma activa y significativa, en la que el niño o la niña es el protagonista libre de la acción. Puede explorar, jugar, descubrir y crear usando habilidades prácticas. Fomenta tanto el juego social como el juego independiente, permitiendo que los niños y niñas jueguen en grupo cooperativamente o en paralelo.
Además es una fantástica herramienta para estimular el Desarrollo del lenguaje, psicomotriz, de habilidades sociales, el conocimiento de su cuerpo, ...
¿Para qué edad esta recomendado?
Este recurso podemos comenzar a utilizarlo cuando el bebé sea capaz de sentarse autónomamente o con apoyo y tenga las manos libres para explorar, entre los 6 y 8 meses. Sólo tendremos que adaptar los materiales a los alimentos que tolera y los objetos a tamaños seguros para él y fáciles de agarrar. En una entrada próxima nos centraremos en las cajas sensoriales para bebés, y en que materiales son más adecuados para ellos.Posteriormente la caja puede ir evolucionando y adaptándose a cualquier edad, incluso para Educación Primaria, ya que podemos anexar casi cualquier actividad a la sesión, siempre que la convirtamos en algo manipulativo. Podemos incluir actividades de lecto-escritura, lógica- matemática, o ciencia para acercarnos a diferentes conceptos de una forma más práctica y motivante para la niña o el niño.
¿Qué materiales necesitas?
Contenedor: Una caja, recipiente o contenedor que rellenaremos con los otros materiales, suele ser de plástico transparente para que los niños y niñas puedan observar mejor el contenido y por su sencilla limpieza, pero también se puede usar casi cualquier tipo de recipiente. El tamaño dependerá de los materiales que incluyamos, la edad del niño o niños, y la cantidad de personas que participen o usen el mismo recipiente.Relleno: Para cada sesión o caja sensorial podemos escoger diferentes elementos para crear la base del relleno. Arroz, legumbres, semillas, algodón, papel, piedras,... cualquier cosa que puedas imaginar y que este adaptada a la edad de los niños y niñas. En las siguientes entradas os iré presentando diferentes bases de relleno para vuestras Cajas sensoriales.
Tema: Aunque no siempre se tiene que seguir una temática, si identificamos una idea, concepto o habilidad claro para trabajar con nuestra caja será más fácil escoger los elementos para rellenarla. Además favorece la motivación de la niña o el niño a conocer los diferentes elementos que presenta, y pueden seleccionarse temas significativos para ellos.
Materiales y herramientas: Para cada caja escogeremos diferentes materiales manipulables como piñas, hojas, ramas, pompones, pelotas, tapones juguetes pequeños, o cualquier otra cosa que quieras incluir. En la selección de materiales deben primar los materiales naturales, dentro de las posibilidades y recursos que dispongamos.
En la cesta que os voy a presentar hoy de la primavera, he añadido materiales naturales y otros sintéticos como las flores, debido a que los materiales se han limitado a los recursos de los que ya disponía. Esta propuesta pretende ser una actividad económica y que no requiera la compra de muchos materiales para crear cada caja, por eso lo principal es buscar que tenemos ya en casa y se adecua con la sesión que vamos a realizar.
Las herramientas son básicamente los utensilios que nos permitirán manipular e interactuar de diferentes formas con los materiales de la caja. Podemos añadir pinzas, rastrillos, palas, lupas, cucharas, cortadores de galletas, bolsitas y contenedores más pequeños en los que guardar elementos, etc. Cualquier herramienta que se nos ocurra y pueda añadir diversión a nuestra caja, a la vez que se trabajan diferentes habilidades como la motricidad fina o la coordinación óculo-manual.
Más adelante seguiremos conociendo en profundidad este recursos con tantas posibilidades. Si queréis conocer todas las entradas con ideas y propuestas para crear Cajas sensoriales o con más actividades y materiales sensoriales podéis conocerlas en este enlace.
Pero ahora le toca el turno a nuestra Caja sensorial de primavera, en este caso he creado una caja con los materiales que tenía por casa, incluyendo algunos elementos pequeños como, por esta razón la propuesta está destinada al Segundo Ciclo de Educación Infantil, es decir a partir de los tres años. Aunque la actividad sea autónoma por parte del niño o la niña el adulto siempre seleccionará los materiales y supervisará la sesión. Si queremos adaptar esta caja para el primer ciclo solo tendremos que sustituir estos pequeños elementos por otros como hojas, césped sintético, avena o maicena, pasta grande, u otros rellenos y materiales que os explicaré en una próxima entrada,
En este vídeo tutorial en colaboración con CriftCraft os explico qué elementos he usado yo y qué otros podéis usar, cómo preparar la Caja sensorial y cómo presentarla.
En las próximas entregas de este especial sobre Cajas sensoriales os explicaré diferentes actividades que se pueden realizar. Espero que os guste este tipo de entradas, que sean de utilidad y os invito a proponer diferentes temas para las futuras Cajas sensoriales y a sugerir otros recursos didácticos que crear en esta sección.