#MaternidadComprometida Día 16:Vida Escolar

¿Cómo no apoyar en casa el trabajo de la escuela? Imposible no hacerlo. Hoy que la educación está devaluada, en que se potencia la mediocridad, no se incentiva el pensamiento crítico, ¿Tenemos otra opción? No lo creo. La enseñanza en casa es fundamental para un mejor rendimiento escolar.

En una oportunidad la psicopedagoga del colegio me dijo que al enseñarles en casa a mis hijas lo único que hago es “meterle presión”. En otro post conté cómo le paré el carro. Primero, se metía en un ámbito que no le corresponde, y segundo, me mandó a llamar porque mi hija se destacaba en matemáticas y “se notaba” que se la enseñaban en casa.

Debo confesar que mi hija mayor comenzó primer grado sabiendo leer y escribir. Yo le enseñé, pero ella tenía la necesidad de aprender. Estaba hambrienta de conocimiento, asi que le enseñé. ¡Claro que va adelante de su clase! Y lo demuestra en los trabajos que realiza en el aula y en las evaluaciones.

Pía en cambio, si bien se nota que es brillante y aguda en sus observaciones, no tiene esas ganas de aprender a leer y a escribir. He intentado muchas veces enseñarle pero he fracasado: ella no quiere aprender. Y es completamente respetable. El fruto cae del árbol cuando está maduro.

No puedo mirar para otro lado cuando en la escuela se aprende lo básico. ¡Si hay tanto por aprender! Y no le cargo con la responsabilidad al colegio, (que me encanta y me parece la mejor elección) me hago cargo de mi responsabilidad como mamá.

Y como mamá debo ampliarle los horizontes a mis hijas. Creo fervientemente en la educación. Y la educación no empieza ni termina en la escuela.

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