La historia ya la conocía de pequeña, de la película de 1996 dirigida por Danny DeVito (que también hace del padre de la niña) y protagonizada por la memorable Mara Wilson. No sé cuántas veces la vi durante mi infancia y eso que tenía su punto oscuro que no me gustaba demasiado. Nunca me crucé con el libro, así que es ahora cuando lo disfruto por primera vez.
Argumento: Matilda Wormwood es una niña muy inteligente. Sin haber cumplido los cinco años, ya ha leído a numerosos autores como Charles Dickens o Jane Austen, domina el cálculo matemático y atesora asombrosos conocimientos. Sus mediocres padres se preocupan poco por ella, más aún, la desprecian, y la animan a mirar la televisión negándose a comprarle libros.Ingeniosa y resuelta, Matilda se da cuenta al poco tiempo de que es más inteligente que sus padres y por lo tanto, no presta atención a sus ideas ridículas.Mientras ellos están fuera, acude a leer a la biblioteca pública, de modo que cuando comienza la escuela, supera ampliamente a sus compañeros. Allí asombrará a su agradable maestra, la señorita Honey, y se tendrá que cuidar de no cruzarse con la pérfida directora, la señorita Trunchbull.
No sé si merece mucho la pena hablar de la historia en sí, pues dudo que haya quien no la conozca. Para empezar, lo primero es decir que estamos ante una obra infantil, de esas tan bien escritas que un niño disfrutará con las travesuras y pequeñas aventuras, pero que un adulto sabrá sacar otros matices mucho más serios. En este caso particular, para los primeros, Matilda y el resto de niños del colegio hacen de las suyas contra las injusticias a las que se ven sometidos. Para los mayores, la obra esconde tras el cinismo y la ironía una feroz crítica contra la gente que se atonta frente a la pantalla de televisión, contra el machismo, contra la teoría educativa de "la letra con sangre entra"... Los pequeños que lo lean les parecerán situaciones y personajes exagerados y divertidos.La adaptación a película era muy buena. Al ir leyendo el libro recordaba escena por escena, tanto las que sí hay en la obra original como las que se crean, que resultan ser bastantes aunque no trascendentes. A fin de cuentas, la novela es cortita y tenían margen de ampliar sin caer en la sensación de relleno.Quizás lo que más me llamó la atención, y por lo que ahora pongo por encima al libro, es la escena en que Honey le cuenta su historia a Matilda. En la película lo edulcoran, infantilizan tanto la situación como lo que cuenta. En el libro la profesora vive en la pobreza absoluta y da a entender lo duro que fue su pasado, hasta un punto en que como adulta, me resulta extremadamente crudo. En la película, su casita está rodeada de flores, es ideal, y el pasado no parece pesarle tanto.También cambia la concepción e importancia de los poderes de Matilda. En la adaptación, por lo vistosos que obviamente serían, le dan mucha más importancia de la que tiene en el original, saltándose la explicación que se le da y lo que al final pasa con ellos. No es un cambio importante pero remarca el carácter más infantil y de entretenimiento puro que le dieron a la película.Si hay algo por lo que ambas versiones resultan memorables es por su protagonista. Matilda es una niña muy dulce, buena y madura. Lo mejor que tiene es esa inocencia y candidez propia de la edad que no se pierde por el hecho de ser tan inteligente. En ningún momento da la impresión de marisabidilla, de niña repelente. Es una chiquilla encantadora a la que es fácil apreciar.La única pega que le puedo sacar al libro es que se hace tremendamente corto. Las aventuras y posibilidades de esta niña daban para más.Matilda es una lectura recomendable con cualquier edad. Lamento no haberla disfrutado de pequeña para, ahora, poder comparar ambas impresiones, pero al menos sí que vi la película. El humor, la crítica más o menos velada, el homenaje a los libros, los inolvidables (para bien o para mal) personajes... Todo esto hacen de esta novela un imprescindible que no debería faltar en vuestras estanterías. No os sintáis demasiado mayores para disfrutar de esta pequeña joyita.