Matizando: ¡Los cerdos tampoco pueden!

El que nos ocupa se acercó aquel día hasta el mostrador de la Unidad Administrativa del Centro de Salud (Unad), con un cachorro de cerdo vietnamita -la mascota de moda- encaramado sobre su hombro derecho. -. ¡Oiga joven, tal y como se advierte en la puerta de acceso: está prohibido traer animales a este establecimiento!. -. ¡Que va, tía!... ¡En la puerta solo se habla de perros!.
