Revista Fotografía
Las collejas de Aznar en Sevilla, proclamando que el Partido
Popular "era y debe ser incompatible con la corrupción", ha sentado
como una patada en el estómago al marianismo que se ha
despachado recordado que "la boda de mi niña no la organizó Correa"
y que "estamos hartos de que nos de lecciones, cuando él es el
último responsable de la trama Gürtel".
Algún miembro de la Ejecutiva ha ido más lejos al preguntarse,
en petit comité, por las razones que han llevado a Aznar
a prescindir del bigote.