Matrimonio por interés

“El PNV se inclina por salvar a Zapatero si López le garantiza sus feudos de poder”.  No sé cuál es el alcance de esta noticia, que el diario El Correo recogía en portada en su edición de ayer, pero si sé que, en caso de materializarse, contribuirá, sin duda alguna, a afianzar aún más la desconfianza de la ciudadanía en la política, en sus instituciones y en las personas que en ellas nos representan. Es lógico que Zapatero busque en el PNV un sostén para garantizar su estabilidad hasta el año 2012, y es igualmente lógico que la formación nacionalista pretenda cobrar un alto peaje por un acuerdo difícil de digerir por una parte importante de la sociedad vasca, víctima directa del giro a la derecha del PSOE en materia económica, social y laboral.  

La decisión es complicada. Zapatero necesita al PNV para salvar los Presupuestos Generales del Estado,  ante el desmarque  crítico de CiU que finalmente puede no ser tal, y la formación nacionalista, por su parte, teme que tras las elecciones municipales y forales de 2011 el pacto PSOE-PP se extienda a Ayuntamientos y Diputaciones, aunque la fuerza más votada sea la encabezada por Iñigo Urkullu.  Nos encontraríamos así ante una comunión de intereses mutuos, que no de programa ni contenidos concretos. Un acuerdo de esta naturaleza no estaría pensado en base a las demandas reales de la ciudadanía, sino más bien en clave de supervivencia. Por ello, parece lógico deducir que, en el supuesto de llevarse a cabo,  levantaría ampollas, al menos en Euskadi. 

Tender puentes a Zapatero, en un contexto de crisis como el actual, en el que la sociedad está pagando un sacrificio desmedido mientras la banca y la patronal aumentan sus beneficios, constituye, a todas luces, una operación de alto riesgo, no exenta de contradicciones. El miedo al efecto boomerang está también sobre la mesa y el PNV, en alguna medida, podría sufrir en carne propia el desgate de Zapatero si opta por erigirse en su valedor.  Las aguas bajan revueltas en Madrid y el PSOE no es ahora mismo un buen compañero de viaje. Su política económica está generando una gran impotencia y frustración, y lo peor todavía está por llegar. En los próximos meses conoceremos el impacto efectivo de los recortes sociales anunciados, la rebaja salarial en la Administración pública y la subida del IVA en dos puntos. La reforma del sistema de pensiones será una vuelta de tuerca más. A Zapatero ya no le acompaña la buena estrella y el desafecto es contagioso.