El 1 de marzo se celebraba la Matronaliafiesta de las matronas y de las parturientas, coincide también con la fiesta que abre la campaña militar; es decir, con un ritual guerrero, del que aparecen varios ejemplos en el mes dedicado, no por casualidad, a Marte.Hasta la reforma de César esta fecha marcaba además el comienzo del año, al utilizarse un calendario lunar.
En estas fiestas, en los ambientes domésticos primero, pero sobre todo en el templo del Esquilino, las matronas se reunían y honraban a Juno Lucinacon flores en el interior del recinto sagrado.
Según palabras de Ovidio los hechos protagonizados por las Sabinas sucedieron el uno de marzo, el día del nacimiento de Marte, el hijo de Juno.
A través de las celebraciones del uno de marzo se trataba de decir que la guerra era un asunto de hombres y que las mujeres interesaban sólo como madres de ciudadanos que también serían guerreros. Bajo tales concepciones, la diosa de los partos, Juno Lucina se concibe a partir de lo que debería ser la misión de las mujeres, porque tras los halagos a la matrona como dueña del espacio doméstico, su auténtico reducto, se la anima luego a que acuda al templo para pedir un parto afortunado, y a que lo haga discretamente.
En tales circunstancias, no cabe duda de que a la mujer se la arrinconaba en los espacios privados de poder con la justificación de que debía encargarse de la procreación y el cuidado de la descendencia. Aunque se pretendiese igualar a la parturienta con el guerrero, la repercusión social de cada actividad era diferente y generaba evidentes desequilibrios en las relaciones entre hombres y mujeres.
En el mismo día del mes, sendas fiestas religiosas reconocen los servicios al Estado que pueden prestar hombres y mujeres, pero otorgando a unos y a otras espacios diferentes.
Fuentes:http://www.novaroma.org/nr/Matronaliahttp://revistas.usal.es/index.php/0213-2052/article/viewFile/1193/1269