La matronatación es una actividad acuática en la que el niño se inicia en los juegos en el agua acompañado de su mama, su papa o en su defecto de un adulto de su confianza, por ejemplo una abuela o abuelo y siempre bajo la supervisión de un monitor.
Los lunes por la tarde es el día que vamos a matronatación mi peque y yo. Empezamos a ir cuando cumplió 13 meses aunque se puede ir desde mucho antes y es una actividad que le encanta. No se requiere ninguna preparación especial y lo único que hay que ir es con muchas ganas de pasárselo bien.
Cuando empecé a buscar piscina donde llevarle me encontré con dos problemas.
El primer problema es que en mi barrio no hay donde hacer esta actividad y si o si tenía que desplazarme fuera con lo que tardamos más en ir y volver que el tiempo que pasamos allí.
El segundo problema es que las piscinas públicas no empezaban a hacer matronatación hasta los 18 meses y las privadas eran muy caras. Por media hora a la semana me pedían de media unos 100-120 euros al mes lo cual me parecía una pasada. Así que busque y busque hasta que encontré un centro deportivo que esta bastante bien y que por esa media hora la semana cobran 30 euros al mes, lo cual me parece mucho más razonable.
Aunque en principio media hora pueda parecer poco, creo que es más que suficiente porque más tiempo se les puede hacer pesado a ellos y a ti, que aunque estés dentro del agua no veas como pesan.
Pienso que a los pequeños les va muy bien para que se sepan manejar en el agua, para que le pierdan el miedo y para que el día de mañana sepan nadar bien. Aparte de que ahora también les sirve para pasar un rato divertido con mama, hacer ejercicio y salir un poco de la rutina diaria. Ya que en invierno casi no se puede salir a jugar a la calle es una forma divertida de hacer algo diferente.
Ah, y no veáis como cae rendido en la cama el día que vamos al piscina.