Revista Asia

Matsuri

Por Amoreno

De todo el tiempo que llevo en Japón desde que llegué en Abril de 2010, ha sido este verano de 2011 cuando más he disfrutado de mi estancia aquí. Principalmente, porque he tenido más tiempo para recorrer el país y descubrir esa magia que hace de Japón un país tan fascinante para los viajeros: sus paisajes, sus gentes, su cultura y sus tradiciones. Hoy voy a hablaros de esto último, de las tradiciones, concretamente de un par de matsuri o festivales tradicionales japoneses que tuve la gran suerte de vivir mientras visitaba diferentes lugares de Japón.
Otra de matsuri
Ya os he hablado anteriormente de estos festivales, celebrados generalmente en honor de una deidad local, y que se viven en las ciudades con gran ambiente de alegría. Los japoneses salen a la calle vestidos con el yukata y el kimono, vestimentas típicas japonesas, y se montan estos puestos de comida típica: takoyaki, okonomiyaki, yakitori y yakisoba.
Otra de matsuri
Otra de matsuri
Durante mi paso por Kioto, la antigua capital de Japón, una de mis visitas fue el templo de Fushimi Inari-taisha, un destacado santuario sintoísta que es bien conocido por los miles de toriis rojos que marcan el camino a través de un bosque hasta la cima de una colina. Resulta que coincidiendo con mi visita se celebraba la noche del 23 de Julio el Yoi-miya matsuri en honor al espíritu de Inari, una de las deidades veneradas en Japón que representa la fertilidad, el arroz, la agricultura, la industria y el éxito.
Otra de matsuri
El horario de visita de este santuario es normalmente desde que amanece hasta que atardece, pero durante la celebración del matsuri el santuario puede también visitarse de noche, ya que los pasillos de toriis se iluminan con cientos de farolillos de papel. Si el templo ya es impresionante en cualquier época del año, la noche del Yoi-miya matsuri se convierte en un lugar mágico, como si se tratara de un escenario sacado de una película de Hayao Miyazaki.
Otra de matsuri
Otra de matsuri
Otra de matsuri
Otra de matsuri
Otra de matsuri
El segundo matsuri del que quiero hablaros lo viví cuando estaba de paso por Naha, la capital de Okinawa, el pasado 9 de Octubre, visitando a mi amigo Alain. Se trata del Tsunahiki, literalmente tirar de la cuerda. Este evento se celebra todos los años como parte del Naha Matsuri a principios de Octubre y sus raíces se remontan al s. XVII, cuando dos bandos de Naha, Este y Oeste, competían en una batalla.
Otra de matsuri
Otra de matsuri
La batalla consiste en tirar de una cuerda, de ahí el nombre de Tsunahiki. En la actualidad, la competición tiene lugar en la Calle 58, la avenida principal de Naha, y suele reunir a unos 25.000 participantes. Está registrado en el libro Guiness de los records como el Juego de la soga más grande del mundo. Y es que la cuerda pesa nada más y nada menos que 40 toneladas. Los concursantes tienen que tirar de ella agarrados a extremos más pequeños.
Otra de matsuri
Otra de matsuri
Otra de matsuri
En el festival participan cientos de okinawenses vestidos con sus trajes tradicionales. Algunos se encargan de tirar de la cuerda mientras otros intentan animar y coordinar el movimiento de cada equipo. También acuden muchos americanos provenientes de las bases del ejército estadounidense asentadas en Okinawa y turistas japoneses. Nadie en la isla quiere perderse este acontecimiento.
Otra de matsuri
Otra de matsuri
Es muy divertido, pero harto frustrante, ya que tiras y tiras pero la cuerda es tan pesada que da la sensación de que no se mueve. En este vídeo que grabó Alain me tenéis dándolo todo, jajaja.

La competición dura 30 minutos y el reto consiste en arrastrar al equipo contrario un total de 15 metros. Si el tiempo finaliza sin que ninguno de los equipos haya conseguido llegar a los 15 metros, gana el equipo que haya conseguido arrastrar al otro aunque se trate de una distancia de centímetros.
Otra de matsuri
Este año, la competición quedó en empate, es decir que al cabo de los 30 minutos el nudo de la cuerda seguía en el mismo sitio. No sabemos si llegó a moverse siquiera en todo ese tiempo. Pero lo importante era participar, claro, y formar parte de ese ambiente festivo.
Otra de matsuri
De ahora en adelante, cuando viaje por Japón creo que empezaré a tener más en cuenta el calendario de festivales locales por si puedo hacer coincidir mi visita con un matsuri. La experiencia que te llevas del lugar es más interesante, ¿no creéis?


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