Adjunto a una excelente nota de la escritora y crítica argentina María Moreno (Doble casetera, Suplemento Radar, 24 de octubre 2010) sobre la relación de la escritura de Rodolfo Walsh y Manuel Puig con el testimonio grabado (cuestión del máximo interés para quien escribe estas líneas), se muestra la transcripción de una grabación que hizo Puig a un jóven obrero en Río de Janeiro y la utilización de ese material en su novela "Sangre de amor correspondido". Ahí va.
El comienzo de Sangre de amor correspondido
La desgrabación
P: ¿Cuál fue la última vez?
R: Hace diez años atrás, ocho años atrás.
P: ¿No la viste más?
R: No, no la vi más.
P: ¿Dónde estaba ella?
R: Laje de Muriaé, estado de Río.
P: ¿En qué lugar?
R: Sentada en la plaza, al lado de la iglesia.
P: ¿Qué más?
R: De ahí salimos, ella vino a mi encuentro.
P: ¿Tenían una cita?
R: Teníamos una cita. Ahí salimos, fuimos al club municipal, a bailar toda la noche. ¿Querés saber algo más de ella?
P: Todo lo que recuerdes de aquella noche.
R: ¿Todo lo que recuerdo de aquella noche? Aquella noche, en el baile, estuvimos hasta las dos y media de la madrugada. Después de las dos fuimos al hotel a coger, ¿sabés? Esa noche.
P: ¿Y cuántas personas hay en ese pueblo?
R: ¿En ese club?
P: No, en esa ciudad.
R: En la ciudad.
P: Es pequeña, ¿no?
R: Unas 6 mil personas, 6 mil habitantes.
P: ¿Da para ir al hotel?
R: Da, tranquilo.
P: Pero, ¿no la conocían a ella?
R: El hotel está en otra ciudad vecina, ¿entendés?
P: ¿Cómo fue?
R: Llegamos allá, tomamos unas cervecitas y bueno...
P: ¿Pero fueron en auto? ¿Cómo fueron?
R: En auto, fuimos en auto, fuimos en auto. En aquella época yo tenía un Maverick, en aquella época. Después me vine abajo y nunca más tuve auto, ¿sabés? Ahora, el año que viene, voy a comprar uno en cuotas, si Dios quiere.-------------------------------------------------------------------------------------------------------------La novela
–¿Cuál fue la última vez que me viste?
El la vio por última vez hace diez años, ocho años. Después, nunca más. Fue en Cocotá. Estado de Río. En la plaza, del lado de la iglesia, ¿verdad? Ella le fue al encuentro, tenían cita, ¿o cómo fue la cosa? De ahí salieron juntos hasta el club Municipal, a bailar toda la noche. ¿Y qué más pasó con ella? Estuvieron en el baile hasta las dos y media de la madrugada, después se fueron a un hotel a hacer sus cosas, ¿está claro?, aquella noche.
–¿Y nadie se dio cuenta, que una chica de quince años entraba al hotel?
En el club había mucha gente, el pueblo no era muy grande, 6 mil personas, 6 mil habitantes. Pero se podía ir a un hotel sin problemas, no ahí, en otro pueblo cerca, ¿está claro? Llegaron y tomaron una cerveza y demás. Fueron en automóvil, en esa época él tenía un Maverick, otros tiempos; después él entró en picada y nunca más tuvo automóvil. El año que viene se va a comprar uno financiado, si Dios quiere.Blog del autor del libro de cuentos "Historias fugaces de hombres y mujeres".