Revista Libros
Guy de Maupassant.
Cuentos completos.
Edición y traducción de Mauro Armiño.
Páginas de Espuma. Madrid, 2011.
En dos espectaculares volúmenes en tapa dura con estuche, Páginas de Espuma publica por primera vez en español la totalidad de la narrativa breve de Guy de Maupassant, en una edición preparada y traducida por Mauro Armiño.
Maestro de la narrativa breve y la palabra justa, Maupassant (1850-1893) es para muchos no sólo el más actual de los narradores naturalistas, sino uno de los mejores escritores de relatos cortos de la historia de la literatura.
Junto con Poe y con Chejov, al que enseñó –como explicaba Harold Bloom- a representar la banalidad en sus cuentos, Maupassant forma parte de la trinidad de autores fundamentales de la narrativa breve decimonónica. Cada uno de ellos, desde su propio ámbito temático, con diferentes miradas y con su propia tonalidad personal, desempeña un indiscutible papel fundacional en el cuento del siglo XX.
La espléndida edición de Páginas de Espuma, ilustrada con abundante material gráfico de la época, se organiza en dos volúmenes que recogen 303 relatos: desde 1875 hasta 1884 los del primer tomo y desde 1884 hasta 1891 los del segundo.
Entre La mano disecada y El buhonero, desde Bola de sebo hasta Las tumbales, pasando por obras maestras del género como La casa Tellier, Mademoiselle Fifi, Coco, El collar o El Horla, estos textos trazan un recorrido completo por una obra diversa en temas, en tonos y en atmósferas morales.
Sus relatos construyen, en una constante lección narrativa, el canon del relato perfecto. La técnica y el oficio de Maupassant, su destreza en el uso de la mecánica del cuento, la capacidad de observación del detalle, la astucia en el manejo de la intriga y la sorpresa despiertan el interés del lector ante unos textos que son mecanismos de precisión en los que nada sobra, unos relatos sostenidos por personajes caracterizados con sobriedad y eficacia por sus actos y sus palabras.
La calidad de su prosa se suma al arte de la composición que evidencian estos relatos desarrollados en ambientes rurales o urbanos. Sombríos o humorísticos, ingeniosos o trágicos, hondos o superficiales, ásperos o melancólicos, pero siempre significativos de su talento, reflejan al Maupassant más moderno, quizá el más directo y cercano de los narradores del XIX.
El pesimismo, la crueldad del mundo, las patologías de la conducta, el egoísmo y la venganza, la pequeñez de la clase media y la miseria moral y material de las clases bajas, la crítica de la hipocresía o la ironía amable, más compasiva que la de su maestro Flaubert, sus desenlaces sorprendentes o sugeridos siguen sosteniendo en pie unos textos en los que la mirada introspectiva hacia el terror convive con la crítica social, la actitud acusatoria cohabita con el humor y la brutalidad con el afecto.
Pero además de ese corpus completo de relatos, esta edición se abre con una indispensable introducción de Mauro Armiño, que ofrece al lector un recorrido por la vida frenética de Maupassant, que empezó siendo alocado y acabó hundido en la locura, por su entorno social y cultural, por la influencia decisiva de Flaubert y por su mundo narrativo, al que se dedica una clasificación temática que lo organiza en torno a varios ejes que reflejan la enorme variedad de ambientes, enfoques e intereses de sus cuentos: del adulterio al suicidio, de los celos a la vejez, de la familia al viaje.
Junto con esa propuesta de clasificación, se ofrece un resumen de cada cuento en orden alfabético, un recorrido por las adaptaciones teatrales y cinematográficas de los relatos, un detallado cuadro cronológico de la biografía de Maupassant y del entorno histórico y social en el que se produjo y una exhaustiva bibliografía activa y pasiva sobre el autor y su obra.
En un apéndice final se incluyen seis textos heterogéneos, que van de la fantasía sin límites hasta un semiensayo sobre la literatura fantástica.
La edición se cierra con un índice alfabético de títulos en español y en francés que permiten una localización rápida de los cuentos.
Remy de Gourmont, que no valoraba la superficialidad de sus novelas, escribió este elogio definitivo y profético de los relatos de Maupassant: De sus cuentos se harán tiradas en uno o dos volúmenes muy buenos, uno de historias un poco atrevidas, el otro de los relatos más moderados, que se transmitirán eternamente.
Maupassant no fue el más sutil de los narradores, pero sí uno de los más convincentes y poderosos en la creación de atmósferas y ambientes. Sin sus cuentos, que ejercieron una influencia determinante sobre Chejov y sobre la narrativa norteamericana, probablemente la literatura del XX no hubiera sido la misma.
Santos Domínguez