El monumento funerario de Pierre Louis Moreau de Maupertuis (1698 – 1759) se encuentra en el lateral derecho de la Iglesia de Saint Roch en la céntrica Rue Saint Honoré.
Maupertuis jugó un papel fundamental para el triunfo de Newton en la cartesiana Francia. Las expediciones al Ecuador y a Laponia consagraron el achatamiento de los polos y la aceptación de la teoría de la Gravitación Universal y la Física newtoniana.
Voltaire le dedicó un poema que le califica como héroe de la física para después ridiculizarle en Micromegas.
Maupertuis ha perdurado sobre todo por el Principio de Mínima Acción aunque su mausoleo resalta su papel como cosmógrafo en la fijación de la figura de la Tierra.
Un cuadrante, un compás, un globo terráqueo, y una larga inscripción de los meritos revelan el valor matemático del sabio predilecto para la corte prusiana de Federico II.
La misma iglesia de Saint Roch tiene otra capilla dedicada a la apócrifa Santa Catalina de Alejandría con una curiosa pintura. El pintor Adolphe Brune (1850) representa una Catalina ajena al saber junto a un geómetra a sus pies. Asombra que una figura que pasa por sabia permanezca al margen del conocimiento. Catalina es la cristianización de la mártir pagana Hipatia.