La Catedral de Buenos Aires, en una de las esquinas de la Plaza de Mayo tiene una larga historia desde la segunda fundación de la ciudad por parte de Juan de Garay el 11 junio 1580, quien partió desde Asunción del Paraguay para la re fundación.
El nombre de la ciudad fue de Santísima Trinidad por la fecha en que arribaron y el puerto se denominó Buenos Aires. En algún momento de la historia el nombre Trinidad se fue llevado por los Aires y hoy es una curiosidad histórica.
Hablamos de la segunda fundación porque en la primera, el 2 febrero de 1536, Don Pedro de Mendoza, primer adelantado del Río de la Plata; fundó el Puerto de Nuestra Señora Santa María del Buen Ayre, pero por las hostilidades de los indios, los belicosos querandíes, en 1941 se despobló la precaria fundación.
Desde esos lejanos tiempos la catedral fue localizada en el mismo lugar que está hoy. De sus inicios, la construcción inicial con madera traída desde el Paraguay, a lo que es hoy se han dado muchos cambios para mejor.
Mausoleo del General San Martín. En el interior de la catedral, en la Capilla Nuestra Señora de la Paz reposan los restos del libertador Don José de San Martín, con una guardia de integrantes del Regimiento de Granaderos a Caballo, lógicamente los Granaderos están sin los equinos en el templo. Lo rodean el Soldado desconocido y los generales Las Heras y Guido.
Es un lugar que invita a la reflexión sobre la importancia de su figura en la historia.
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