Revista Cultura y Ocio
¿Es posible darle una nueva mirada al Nazismo? ¿Cómo una novela sobre un tema así puede producir placer estético? Algunas de estas preguntas me las hice también cuando leí Dora Bruder de Patrick Modiano. Sin duda, es difícil acercarse a un fenómeno como el régimen Nazi sin caer en clichés.Se ha escrito tanto sobre esto, que es complicado darle una nueva visión.Este libro lo intenta (y en buena cuenta lo logra) mezclando un enfoque fantástico y uno mas realista, en el que el protagonista y narrador es un bebé recién nacido: Max (aunque el se llame a sí mismo de otra forma). Es la única manera de poder penetrar la mentalidad de un nazi, sin repugnarnos, contada por un simpático bebé, un poco en la onda de Mira quién habla. Hablando de películas, la combinación Segunda Guerra Mundial + niños + drama es super ganadora: lágrimas aseguradas. Me hace acordar un poco las que le gusta ver a mi viejita (La vida es bella, El niño del pijama de rayas, El gran pequeño, La ladrona de libros...), algunos de estas últimos basadas en libros. Como ninguna de esos films me gusta, pensé que la historia sería bastante predecible: No es así. Hay varios cambios en la trama y algunos giros interesantes. La historia es lineal, contada en orden cronológico, pero atrae, intriga, causa curiosidad y mantiene la emoción aunque bueno... creo que todos sabemos (¿Spoiler alert?) como acabó esa guerra.Voy a decir algo más, con el riesgo de sonar muy pero muuuy políticamente incorrecto: algo también novedoso de la obra es que, por momentos, no se queda en el maniqueísmo de nazis malos - judíos buenos sino que le agrega algo que pocas veces se aprecia (quizás solo en otra película, Bastardos sin gloria, la que sí no le gustaría a mi viejita). No exento de cierta dosis de humor, crudo y de una sordidez disimulada, llega a transmitir la desgracia de la guerra y de la época anterior a ella. Así como vemos, como va evolucionando la situación de Alemania, también presenciamos la transformación del protagonista, la cual si bien no es sutil, tampoco es mecánica, digamos que está lograda relativamente. La novela ganó el premio Premio Sorcières 2013 a la mejor novela para jóvenes, otorgado por la Asociación de Bibliotecarios de Francia en conjunto con la Asociación de Libreros Juveniles. Y no es casualidad, creo que, con un lenguaje sencillo y en una onda de situaciones que serían una versión cruel de Harry Potter (se aprecia sobre todo en la tercera parte), atrae mucho a los jóvenes en una historia contada por alguien como ellos. Quien sabe, quizás hasta después se animen a leer Vida y Destino.