Revista Arquitectura
Para Zaha Hadid, el mañana, desde hace muchos años, fue ayer... En Roma el estudio de la prestigiosa arquitecta iraquí ha hecho realidad el MAXXI, acrónimo de Museo Nacional de las Artes del siglo XXI, un centro multidisciplinario y multifuncional de Arquitectura y arte internado en espacios interiores y exteriores que producen una mezcla provocativa de galerías temporales y permanentes, unidas a galerías comerciales, que irrigan un plano urbano en el que se encuentran superficies lineales para las muestras.
Como si fuera laberinto de estructuras salidas del futuro, este museo abarca más de 27 000 metros cuadrados, se encuentran dos museos, un auditorio, una biblioteca, una mediateca, librerías, cafés y restaurante, espacios para exhibiciones temporales, espacios para la presentación de eventos, locales comerciales, talleres y espacios para el estudio y la recreación.
Este complejo se integra con el entorno urbano de Roma, ofreciendo una nueva plaza, articulada y permeable, envuelta por las formas espectaculares del proyecto. MaXXI está orientado a la ciudad y al mundo, pretendiendo consolidarse como un espacio de referencia para instituciones públicas y privadas de Italia y el extranjero, así como para los artistas, los arquitectos y el gran público en general. La integración del proyecto de Zaha Hadid con la trama urbana, se hace posible mediante una solución arquitectónica que desarrolla la idea de un campus urbano.
Al exterior, un paseo peatonal, bordea los edificios y penetra bajo los volúmenes en voladizo, recuperando la conectividad entre las calles que estuvo interrumpida por casi un siglo con la construcción militar previamente existente en el lugar y que se demolió para dar paso al museo. El edificio se ubica alejado de la calle, en medio de la manzana, enfrentando a una plaza dura.
Esta manera de recrear el espacio, dinámico y fluido, contorneando recorridos entrecruzados y hasta hace bien poco, tecnológicamente difíciles de ejecutar, forman un gran lazo que aúna salas y escaleras en una sucesión de túneles que se alzan sobre una gran plaza de acceso.
Para dar una apariencia neutral a los espacios de exhibición se han utilizado materiales tales como cristal, acero y hormigón, a la vez que paneles móviles aseguran la flexibilidad de la puesta en escena de la exposición. Las paredes funcionan como un elemento que ordena el territorio, así los interiores de las galerìas se delimitan por las parejas d eparedes paralelas que siguen el movimiento longitudinal del edificio.
En términos tecnológicos y mecánicos, el sistema de techo es un elemento especialmente complejo, en éste se integran un exterior esmaltado, complejos sistemas de protección de la luz natural (tamizadores, persianas, etc.) y sistemas de iluminación artificial, además de un sistema de control de temperatura y humedad.
La cubierta acristalada está protegida en el exterior con una malla de acero que tamiza la luz natural y asegura un fácil mantenimiento. Todos los pilares verticales incluidos los pilares que soportan los volúmenes en voladizo están hechos de acero.