APR, en tableta
La salida de la crisis, cuando ocurra, tiene que ver con una sopa de letras mayúsculas, dicen los especialistas: “Unas crisis se desangran rápido y terminan rápido (la economía baja y sube en forma de V) y no duran más de año y medio; otras son más prolongadas, aunque menos agudas (como una U) y pueden abarcar tres años; hay auténticas montañas rusas (en W), con recuperaciones y recaídas encadenadas varios años; y, las más temidas, las crisis en L, con caídas afiladas de la actividad, seguidas de un largo estancamiento…”. Es cosa de mayúsculas, pero también es cuestión de elegir prioridades y direcciones, y ahí el voto decidirá el 20 de noviembre. A mí no me da lo mismo salir de la crisis por la derecha de MR que por la izquierda de APR. Y me quedo sin dudarlo con APR, que está reivindicando un modelo socialdemócrata en el que creo, frente a un MR derechista que no quiere mostrar nada para no espantar, pero que va enseñando, de a poquito, la zarpa, mostrando su modelo de país: derogación de la ley del aborto, pena perpetua revisable, copago sanitario, recorte de servicios públicos… Yo elijo a quien abandera una política progresista con mayúsculas.