La pelea más esperada del año por fin tuvo lugar. Miles de aficionados al boxeo y algunos que no lo son tanto se sentaron delante del televisor para presenciar la tan ansiada contienda. Los más afortunados se dieron cita en el hotel MGM de las Vegas, eso sí, tras pagar una importante cantidad de dólares. Adquiere mayor relevancia esta pelea si se tiene en cuenta que Floyd Mayweather Jr. es un consagrado campeón estadounidense, mientras que Saúl “Canelo” Álvarez es la joven promesa mexicana. No hace falta comentarlo aquí para saber la rivalidad que existe entre ambos países. Además, las fechas coincidían con las festividades mexicanas de la Independencia por lo que en el país había un gran ambiente para presenciar esta contienda. La guerra psicológica comenzaba desde la ceremonia de pesaje en la que ambos boxeadores se miraban fijamente y se lanzaban “dardos” ante los micrófonos de las televisiones.
La pelea transcurrió desde el principio al ritmo que Floyd Mayweather Jr. quiso darle. El defensor del título no tenía la obligación de salir por su rival pues sabía que quien tenía que exhibirse para arrebatar dicho título tenía que ser el “Canelo” Alvarez, por lo que, haciendo gala de una impresionante movilidad y de una guardia un tanto extraña, supo esperar a su rival y atacar en el momento preciso. Por otro lado, como se podía apreciar en la retransmisión y más tarde fue confirmado en palabras de “Canelo”, como todo veterano que se sabe los trucos habidos y por haber, Mayweather también hacia uso de alguna que otra táctica poco respetuosa, como meterle el dedo en el ojo al “Canelo”. Esto sin duda hizo desesperar al joven peleador que perdió los nervios y soltó un golpe bajo a Mayweather, lo cual dio lugar al correspondiente proferir de insultos entre ambos.
Volviendo a lo deportivo, y reproduciendo aquí las palabras de los comentaristas de televisión que retransmitían la pelea, parecía una contienda entre un toro de lidia y una serpiente. El toro, en este caso el “Canelo”, intentaba cazar a la serpiente, en este símil representada por Mayweather, quien se mostraba demasiado rápida para los toscos movimientos del toro y salía a “picar” en cuanto este descuidaba su guardia. Mayweather demostró ser toda una leyenda boxística y atestó un buen número de golpes a Saúl Alvarez, llevándole incluso a no reaccionar y no cubrirse mientras seguía recibiendo los brutales encontronazos del boxeador estadounidense.
En más de una ocasión se apreciaron los puños de Mayweather impactando claramente en el rostro de “Canelo”, llevando a la desesperación a los seguidores de Alvarez y al júbilo a los del campeón. La única esperanza de “Canelo” era intentar conectar algún golpe que milagrosamente lograse tumbar a su rival. El tiempo pasaba y se hacía evidente que este milagro no llegaría. El mexicano intentaba desesperado cazar a su rival en algún movimiento, pero la guardia de Mayweather y su impresionante habilidad para entrar a golpear y salir del peligro en décimas de segundo lo convertían en un digno campeón difícil de batir.
Tras disputarse los doce rounds, la decisión de los jueces fue más ajustada de lo que se esperado, pero aun así fue favorable para Mayweather y tras oírse la famosa frase “el ganador y todavía campeón…” las gargantas de los seguidores del estadounidense se hicieron oír y comenzaron los festejos en la ciudad del pecado. Festejos a los cuales se unieron Justin Bieber y Lil Wayne, conocidos amigos de Mayweather. Por su parte, los aficionados mexicanos se quedaron desolados, aunque esto no impidió que siguieran festejando su día de independencia, tal vez pensando que esta derrota hará madurar al “Canelo” y dada su corta edad, 23 años, pueda volver a disputar un título mundial y esta vez ganarlo.
ANDER JAVIER AGUIRRE CARRIÓN