Dentro del atractivo y desconcertante universo que es la Mazmorra de Sfar y Trondheim, una de las series que más me gusta es “Monstruos” ya que el formato de aventuras autoconclusivas dibujada cada una por un artista de relumbrón dentro de la BD -aunque algunos apenas publicados en España- siempre aporta un punto de frescura y originalidad que en ocasiones echo a faltar en otras líneas de la franquicia. El invitado en este último álbum que acaba de publicar Norma Editorial, “El gigante que llora” –último aparecido en la críptica planificación de Norma de la serie pero en realidad segundo cronológicamente de “Monstruos” y publicado originalmente en 2001, saltado en su momento por misteriosas razones y recuperado afortunadamente diez añitos después- es nada menos que Jean Christophe Menu fundador de L’ Association y un teóricoclave de la BD de los noventa.
La Mazmorra se ha inundado debido a que el ojo del gigante Biscara que permite a Alcibíades vislumbrar lo que ocurre en cualquier rincón de la Terra Amata no para de llorar. El Guardián de la Mazmorra obligará al bueno de Alcibíades y al nigromante Horus a embarcarse en una misión fuera de la tranquilidad de la Mazmorra para encontrar a Biscara, el gigante tuerto.
Agradable reencuentro con los personajes secundarios creados por Sfar y Trondheim en esta aventura coral que en clave de comedia nos relata un auténtico dramón a través de una historia original, tierna y divertida con la que uno no puede dejar de sonreír ante las delirantes desdichas del romántico Biscara y sus “amigos” en la búsqueda del amor no correspondido. El estilo de Menu fresco y ágil casa perfectamente con una serie como “La Mazmorra” dotando a la historia de una agilidad narrativa que se adecua con el dinamismo de una trama ágil que no da respiro al lector. Visualmente muy dotado para la caricatura, Menu se asocia perfectamente con Walter para lograr algunos efectos muy chulos, especialmente en las páginas cuya composición es más libre.
En definitiva, Menu es un autor a seguir siempre y cuando alguna editorial se anime a publicar el resto de su producción ahora que Norma ha abierto la veda. Por calidad no será.