A diferencia del año pasado, donde su colección para primavera-verano estaba plagada de colores más vivos, Juanjo Oliva nos presenta una colección en tonos tierra, grises, negros y complementos metálicos.
Para el día, vestidos con volantes estampados o lisos. Para la noche, elegantes vestidos de gasa, algunos plisados y con mucho movimiento. El cinturón metálico armoniza el conjunto y aporta elegancia.
Rossy de Palma cerró el desfile del diseñador con un vestido negro plisado con abertura central.
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