MBFWM deja un puñado de propuestas para el próximo otoño-invierno. Yo me quedo con estas.
Lo que he aprendido de MBFWM es lo siguiente:
1) Se van a llevar (más) las capas.
Devota&Lomba.
AA de Amaya Arzuaga.
2) Hay brujas modernas que parece salir del aquelarre y van vestidas de moda española.
Martín Lamothe.
3) Audrey siempre será Audrey.
Roberto Verino.
4) Hay prendas aparentemente sencillas pero de complicados y trabajadísimos patrones.
Roberto Torretta.
5) Que siempre que voy a MBFWM pienso lo mismo: Que cada vez me gusta más Teresa Helbig.
Teresa Helbig.
Teresa Helbig.
6) Que cada vez me gusta más Juan Vidal (y que es encantador como persona).
Juan Vidal.
Juan Vidal.
7) Que los sombreros de bobby inglés pueden ser monos, aunque con grave riesgo para la salud porque tapan la visión.
Moisés Nieto.
8) Que hay joyas que pueden pesar 5 kilos.
Aristocrazy.
9) Que en cada edición de MBFWM se gastan 1.200 envases de laca Elnett de L’ Oreal para domar los pelos difíciles y hacer bonitos peinados.
Elnett por un tubo.
10) Que Juan Duyos es una persona muy afortunada (a la par que encantadora, también) porque se encontró en una tiendecita de Zaragoza quince mantones de Manila antiguos y los reconvirtió en su colección.
Duyos.
11) Que hay vestidos que necesitan ser cosidos y confeccionados durante 72 horas (y que no entiendo lo de la novia ciega).
Ion Fiz.
12) Que los cowboys, Dallas, JR, Las Vegas y demás, están de moda (y si no que se lo digan a Lagerfeld).
Ana Locking.
13) Que me reafirmo en que la moqueta del IFEMA, donde se celebra MBFWM, es un fenómeno paranormal a estudiar porque absorbe la energía de todo visitante que la pise.