La verdad es que si hay dos cosas que "no casan" son las Navidades y los restaurantes de comida rápida, como puede ser el caso que nos ocupa en este post, con McDonald's. A priori son conceptos que en mi cabeza chocan salvajemente. En Navidad (y me refiero a las fiestas navideñas en toda su amplitud, no solo a los días señalados) no se me ocurre entrar en un McDonald's y pedirme una hamburguesa, y más bien pienso en comidas diferentes con la familia, y en un entorno mucho más cálido.
Independientemente de que seguramente este no sea el año para hablar de comidas con largas sobremesas en familia, me ha llamado la atención cómo mi a mi cabeza le ha llamado la atención el hecho de que McDonald's haga un anuncio navideño, hasta que lo he visto y entonces me he dado cuenta de que no siempre que una gran marca se anuncia en televisión lo hace para promocionar sus productos o servicios.
A veces -sobre todo si eres una gran marca reconocida internacionalmente y puedes permitírtelo- aprovechas la visibilidad que te da tener un anuncio de 30 segundos en la TV para transmitir un valor de tu marca, o dejar huella en los que tienen la oportunidad de verlo en unas fechas tan señaladas y cargadas de una dosis de emotividad más alta que otras épocas del año.
Y la verdad, es que viendo este bonito spot de un padre farero y su hija, te aseguro que te hará sentir un poquito mejor y tener un poco más de ganas de afrontar esta rara Navidad de este año de mierda.
Disfrútalo.
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