"Muy bien el blog, me asido entretenido, un saludo"
Hace algún tiempo ya os hablamos de la figura del spammer 2.0.
Hoy abordaremos el spam en los comentarios, una variante del anterior.
Los comentarios spam son básicamente de dos tipos:
1.- los descarados, que no aportan nada más que una frase elogiosa sin sentido y sin venir a cuento -cuando no malas traducciones- y que incluyen adecuada y repetidamente su enlace web y producto bien visibles.
Resultan bastante irrisorios, cuando no molestos, y completamente irrelevantes, porque no solo no aportan nada sino que están hechos a base de apuntar a casi cualquier web o blog que encuentran.
Además, como ya casi todo el mundo sabe, se pueden bloquear o marcar como spam comentarios procedentes de determinadas IP, con lo que el problema solo hay que sufrirlo una vez. Wordpress y Blogger, por ejemplo, ya incorporan en sus plantillas esa posibilidad.
Particularmente, desaconsejo esta práctica, pero siempre hay quien considera que la "fuerza bruta" de dejar miles de comentarios de ese tipo acabará redundando en algún resultado positivo.
2.- y los ingenuos. Aquellos que, en un intento por ganar tráfico o darse a conocer, interactúan con otros blogs dejando pléyades de comentarios bienintencionados como estrategia básica de márketing online.
Con esta opción, aun siendo bastante recomendada por muchos gurús del Social Media y del SEO, también hay que ser cuidadosos.
Una cosa es dejar un comentario pertinente y apropiado en un blog o web "de referencia", y rellenar apropiadamente el campo de nombre y url que suelen tener los formularios de comentarios, para conseguir derivar visitas a nuestra propia web, y otra echar por la borda todo ese trabajo con frases sin sentido, palabras fútiles o errores gramaticales y/u ortográficos.
La tropelía que aparece en la primera frase de este apunte es un comentario real, recibido en este modesto blog hace unos días, y que engloba él solito ambas categorías de comentarios.
Si a eso le añadimos que esta bitácora intenta divulgar el correcto uso del lenguaje, entenderán que me haya dejado estupefacto.
Conseguir una cierta reputación online requiere de paciencia y constancia. Y, sobre todo, de una estrategia de contenidos planificada.
Si en su planificación entienden adecuada esta estrategia, adelante; pero, por favor, cuiden estos detalles: ortografía, sintaxis, gramática, semántica… recuperen sus apuntes de lengua del colegio o del instituto y pongan en práctica los sabios consejos que algún día les dio algún esforzado profesor de lengua.