Revista Diario

Me caes bien

Por Desmadreando @desmadreando

Hoy me di cuenta que me caes bien. Será porque me haces reír, será porque se me cae la baba...no lo sé, pero me caes bien.

Me caes bien

Sigues durmiendo fatal, con terrorrcillos nocturnos, y eso te hace llamarme y decirme a las tantas de la madrugada: Mami ¿puedo ir a tu cama? ¿Y qué voy a decir yo? En el fondo me hubiera encantado colechar contigo desde bebé, pero tuvieron que pasar casi 5 años para que decidieras que te gusta dormir conmigo. Eso si, no toleras que mi lado de mi cama esté tan caliente, y siempre decides dormir a mis pies, fuera de las sábanas totalmente a la intemperie. Así que me caes bien, porque sabes qué quieres y cómo lo quieres.

Tienes claro cómo conseguir las cosas y lo haces de una manera original, cómo cuando has decidido dibujarle un unicornio a la profe de ballet para que te ponga mejores notas. Yo por ese unicornio te convertía en la prima ballerina del mondo pero claro, soy tu madre. Así que te ayudo a guardar el unicornio y sonrío esperando que surta algún efecto en tu profe, aunque te recalco que hay que hacer mejor el demi plie o ser más precisa con las posiciones.

Me divierte ver cómo a pesar de que tus primos te digan que no le puedes decir "mi niño" a tu hermano porque no es tu hijo, a ti te da igual. ¡Es mi niño verdad mamá! ¡Y claro que es tu niño! Tanto para los achuchones, como para los empujones ¡pero es tu niño pequeño! Así que me caes bien.

Tienes un balance interesante de personalidad: eres necia y fuerte como una Tauro, pero a la vez un tanto tímida. No disfrutas nada de ser el centro de atención, pero disfrutas de hacer lo que se te viene en gana. Así que me caes bien.

Cuando en la noche te riño a la quincuagésima vez -ésta palabra me encantaba de pequeña en los dictados de números romanos- por no irte a la cama cuando te lo digo y terminas llorando, siempre me dices que "lloras porque estás triste y porque no te gusta la oscuridad y porque quieres que esté contigo y te cante una nana". No te culpo, mi madre me durmió hasta los 18 años y eso que el apellido Estivill viene de su lado. Así que me caes bien, porque afrontas lo que sientes.

Me río mucho cuando me dices: "Mamá, si poso para esta foto me regalas lo que te enviaron para tu trabajo de blogger". Para ella ser blogger significa que correos viene mucho con paquetes divertidos y mamá tiene que hacer un sarao para hacer una foto normal-cucha. Así que me caes bien por tus dotes de negociación temprana.

Cuando me arrancas el teléfono, para irte a tu cuarto y llevarte a tu Yaya que está en el facetime para hacerle una fiesta con tus nenucos e invitarle un taza de te simplemente me emociona. Me caes bien.

Me caes bien por dormirte en el piso. A la mitad de la casa. Porque como no te gusta dormir, te vence en los momentos que menos te lo esperas. Así que no te despierto, porque al menos así recuperas energías.

Me caes bien porque no tienes un pelo de tonta. A veces me gustaría que fueses más inocente, que creyeses directamente que existe la magia; pero tu coco no te deja y todo lo razonas. Ayer me preguntabas sobre cómo llegaban los bebés a la tripa de mamá y todavía no me preguntas si existen los unicornios. Bellezas de la vida.

Me caes bien porque eres tan alta que aparentas mayor edad, pero dentro de ti hay una enana de casi cinco años encerrada con alma de niña, pero te da igual mostrarla.

Me caes bien porque me regañas, éste punto tiene mérito, y me dices "¡mamá siempre me dices que no re-cene y estás tomando otro bowl de cereales!" Así que, me caes bien por recordarme que soy yo la que doy el ejemplo.

Me caes bien. S

é que llegará el día que me pongas nerviosa, que tengas las hormonas a tope, que diga que eres una adolescente tremenda porque con tu genio y el mío estoy segura que no será fácil. Pero hoy, hoy me caes bien.

Tan bien, que a pesar de que te hayas peinado tú misma para marchar a tu clase de inglés con dos coletas chuecas, me de igual porque te sientas la más guapa del universo porque te las has hecho tú solita. Así que me caes súper bien y me río y te digo adiós mientras veo salir a saltos a mi pequeña desmadrosa por el portal de casa.

Gracias por recordarme que a veces, vale la pena sentarse y escribir para no olvidar....

Fotos propiedad de Desmadreando


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