
¿Pero que ha ocurrido para caer rendida a sus pies, sin oponer apenas resistencia?.
Se ha acercado esta criatura a mi y sin motivo alguno, me empieza a acariciar el rostro con sus manos pequeñas y gorditas.
Me aparta un mechon de pelo. Pone su cara pegada a la mía , me da un beso, esos que siempre digo que saben a fresa y chocolate caliente y me dice sonriendo: "tamo" (te amo).
Aun ahora mientras escribo, me derrito.
Se que es muy egoísta decirlo, siquiera pensarlo, algunos lo llamaran irresponsabilidad, porque esta claro que no es lo mejor para Teresa tener un cromosoma de mas, pero yo dentro de mi me digo, "que suerte he tenido".