Revista En Femenino

Me desvelan mis desvelos

Por Ahoralamadresoyyo
Me desvelan mis desvelos

Como a la lactancia prolongada, llegué al colecho por comodidad y luego llegó la convicción. Esta declaración de principios no me convierte, desde luego, en una guía espiritual ni modelo de moral de la maternidad consciente para nadie – ni lo pretendo.
Tras 28 meses de lactancia, decidí unilateralmente que ya no me sentía cómoda con esa opción, que mi niño había tenido teta suficiente y que era mejor para ambos parar en aquel punto. Si me pedís un argumento sólido sobre la que basar aquella decisión, efectivamente no lo tengo, sólo puedo decir que al igual que decidí con mis entrañas dar de mamar a mi niño hasta casi los 2 años y medio, decidí con mis vísceras parar ahí.

Me temo que con el colecho las cosas se van a suceder de la misma manera, la cuestión es que en esta ocasión sí tengo motivos que argumentan mi decisión, que aún no está tomada definitivamente y que quizás va a depender en mayor medida de mi niño que la cuestión de la lactancia.

Ahora estoy embarazada, duermo peor, mi niño es más grande y la cama se hace más pequeña, nuestro dormitorio es pequeño y la opción de una cama anexa a la nuestra es compleja... y además mi niño últimamente ronca como un señor mayor... total, que daría cualquier cosa por que durmiera del tirón, porque se quedara en su cama, pero por ahora parece imposible (y que ningún despistada@ me sugeria un Estivill, eh?).

Hasta ahora para mi era un verdadero placer dormir los 3 juntos. En muchas ocasiones he pensado que me gustaba más a mi que a él dormir abrazados, me da paz, me da tranquilidad, me da calor, y sentirlo a mi lado mientras duerme es la mejor sensación que pueda tener. Pero desde que veo más cerca el nacimiento de mi bebé, de mi chico, siento más inviable la opción de compartir la cama con mis 3 hombres.

Está la opción de echar a papá, pero eso sí que no me parece bien. En la casa, en la familia e incluso en el coche cada uno tiene su sitio y, en mi opinión, debe ocuparlo. Eso no quita que para que en el sitio que “en teoría” está asignado a mamá y/o papá se le haga un hueco a nuestros hijos en un momento determinado, por una cuestión específica, por una necesidad real. Pero, eso sí, una vez más en mi opinión, nunca debe significar, desplazar a la persona a la que le corresponde ese lugar “legítimamente”. Os pongo un ejemplo, nunca me han gustado esa situación en las que las madres ceden el asiento de copiloto a sus hijos adolescentes, que casi por narices quieren sentarse delante para decir que ya son mayores. Quizás esta es una reflexión insustancial, anecdótica, fruto de experiencias vividas (no en mi familia, pero sí cercanas) que me ha dejado huella y que, por no sé bien qué motivo, llevo grabado en mi ADN... en fin... creo que el dormir poco me está afectando ¿no creéis?

En esta ocasión os pido consejo... ¿Cómo lo veis? ¿Cómo le damos solución a esto? ¿Cómo hacemos para que todos durmamos bien? ¿Cómo hacemos para no desplazar a mi niño por el nacimiento de su hermano? Ojalá tuviera la cama de la foto... las cosas serían más fácil y optaría sin duda por el colecho sin fin... pero la sociedad de hoy, los pisos de hoy, las camas de hoy...te llevan a  tomar decisiones en las que no siempre crees al 100%.

Volver a la Portada de Logo Paperblog