Hoy en mi familia recuerdan ese día que pedimos tapas en el sitio de siempre para celebrar el cumpleaños de la yaya. Nos sobró comida, nunca nos sobra comida y se preguntan por qué no teníamos hambre mi hermano y yo aquel día. Él había hecho una barbacoa con unos amigos y estaba lleno, yo no tenía hambre porque me habías dejado hacía dos días. Me duele todo y me pongo a llorar solo de pensarlo, me doy pena. En la película que estamos viendo, los protagonistas se casan. Tú me pediste que me casara contigo, supongo que te has retractado de tu decisión. Te sigo queriendo igual que siempre. Mi tía me dice que esta herida no se me cerrará nunca.